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«Estoy decepcionado, muy decepcionado. Estaba en nuestra mano y se lo hemos regalado al PSG. Se lo hemos regalado de la forma más fácil». Ilkay Gündogan no se mordió anoche la lengua tras la debacle del Barça en Montjuic. El PSG goleó a los ... culés y les apeó de la Champions en cuartos. La rabia del alemán es comprensible teniendo en cuenta que su equipo se puso por delante en el marcador y que ya partía con ventaja por su victoria (2-3) en París. Pero Europa es Europa, y la Champions es la Champions. Una error infantil de Araujo acabó con el uruguayo expulsado en el minuto 30 y el rumbo de la eliminatoria cambió. El Barça se desplomó y el PSG fue imparable.
Gündogan no se cortó a la hora de señalar a su compañero Araujo. El uruguayo fue expulsado por detener una ocasión manifiesta de gol al derribar a Barcala en carrera. Le reprochó haber hecho la falta, dado el marcador, sabiendo que se trataba de una expulsión por reglamento. «Yo prefiero conceder un gol o incluso permitir un uno contra uno», aseguró a los micrófonos de CBS Sports nada más concluir el partido.
El centrocampista, que llegó en verano a Barcelona tras ganar un triplete en el Manchester City, insistió en sus argumentos: «Es duro decirlo... Pero en estos momentos tan cruciales tienes que estar seguro si vas a por el balón. Yo no sé si toca el balón o no... yo no sé si llegaba Cubarsí o no, pero hay que dale al portero la oportunidad de pararla, o incluso darles el gol».
😳 "Les hemos REGALADO el PARTIDO".
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) April 17, 2024
RAJADA HISTÓRICA de GÜNDOGAN #ChiringuitoBarcelona. pic.twitter.com/vb7mAI9LaJ
Para Gündogan «quedarte con uno menos tan pronto te mata en el partido». Y lo sucedido ayer le dio la razón. El Barça sufría pero parecía tener controlado el encuentro. Pero ya con diez, el PSG fue imparable. Los goles cayeron como churros. Uno detrás de otro, hasta que Mbappé marcó el cuarto y último al filo del final.
El alemán también reclamó un posible penalti que le hicieron en la segunda parte. El árbitro y el VAR no vieron nada punible porque entendieron que el jugador se tropezó con su propia pierna de apoyo.
Las rajadas de Gündogan en Can Barça empiezan a ser una constante. Cuando el Real Madrid venció en Montjuic en el clásico liguero en octubre, el alemán puso el foco de atención en la actitud de sus compañeros: «Me gustaría ver más enfado y decepción. Y esto es parte del problema».
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