El Gobierno de Sánchez no quiere a Rocha el sábado en el palco de San Mamés

En caso de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se salga con la suya, el dirigente extremeño no estará el sábado en Bilbao en el duelo entre el Barcelona y Olympique Lyon. El plan del Gobierno es que sea el exseleccionador Vicente Del Bosque, nombrado recientemente como presidente de la nueva Comisión de Supervisión creada por el CSD para tutelar a la Federación hasta unas nuevas elecciones en otoño, quien ocupe su lugar en el palco.

El Gobierno se mantiene firme en la postura de que una persona investigada en un proceso penal y expeditado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le represente en eventos como la Eurocopa, los Juegos Olímpicos, las negociaciones para organizar el Mundial 2030 o este sábado en San Mamés. Rocha está metido en la 'Operación Brodie', en la que se indaga una presunta trama de corrupción en los negocios, administración desleal y pertenencia a organización criminal.

El expediente del TAD abarca la investigación de seis infracciones que califican como muy graves: la adjudicación del VAR y el fuera de juego semiautomático, la renovación de Luis de la Fuente hasta 2026, la retirada de la demanda interpuesta por la Federación contra LaLiga por el acuerdo con el fondo CVC, la personificación de la Federación como acusación particular en el 'caso Brodie', el cese del secretario general y la rescisión del contrato externo con GC Legal. La tesis del CSD es que un gobierno federativo en funciones tenía como única función convocar unas elecciones y no tomar medidas de este calado.

Rocha ha representado a la Federación en el reciente Congreso de la FIFA en Bangkok. Es la prueba de que no piensa dar un paso atrás y que la única manera que tiene el Gobierno de apartarlo es inhabilitarlo. Mientras la presión del Ejecutivo se redobla, Rocha ha conseguido el apoyo de los presidentes de las Ligas masculina, Javier Tebas; y femenina, Beatriz Álvarez, con quienes ha firmado un acuerdo para crear un Comité de Coordinación para «dirimir aquellos asuntos en los que pueda haber discrepancia, con diálogo y acuerdos».