El Inter da un paso de gigante hacia el scudetto

La temporada de los bianconeros es tremendamente meritoria porque su plantilla es sensiblemente inferior a la del Inter. Inzaghi cuenta con un equipo repleto de alternativas y futbolistas experimentados, mientras que su homólogo, Allegri, ha exprimido al máximo sus escasos recursos en una Juventus con muchos futbolistas jóvenes. Por ese motivo el Inter afrontaba el partido como claro favorito, una superioridad que hizo patente desde el inicio.

Los de Inzaghi dominaron por completo la primera mitad ante una Juve replegada en su propio campo. Allegri se enfrentaba a un dilema porque su equipo no contaba con efectivos cuando salía al contraataque, pero en aquellas ocasiones en las que atacaron con varios jugadores y concedieron espacios el Inter los aprovechó para crear peligro. Mkhitaryan, hiperactivo todo el encuentro, rozó el gol en dos ocasiones, la primera tras un centro de Thuram y la segunda en un disparo lejano. El gol llegó en el minuto 37 en una jugada extraña. Barella centró al área, Pavard remató con una tijera, pero no impactó totalmente con el balón, y este llegó a la zona donde pugnaban Thuram y Gatti, que introdujo la pelota con el pecho en su propia portería.

Lejos de especular el Inter salió muy enchufado en la segunda mitad, buscando sentenciar el partido. Tuvo ocasiones sobradas para ello, pero estuvieron poco acertados en el remate final, y cuando consiguieron embocar buenos disparos apareció Szcesny para negarles el gol. La Juve también dispuso de alguna ocasión, como un centro-chut de Kostic que se paseó por el área interista, pero la sensación era que el segundo tanto local estaba más cerca que el empate.

Los de Allegri resistieron en gran parte por un colosal Bremer, que secó a Lautaro Martínez y a cualquier otro atacante neroazzurro que osará atravesar sus dominios. Barella, con una bonita volea, y Arnautovic, en un claro remate desde el área pequeña, tuvieron claras oportunidades, pero ambas se encontraron, de nuevo, con una gran respuesta de Szcesny.

El Inter no ha encajado ningún gol en los últimos quince minutos en los 31 partidos que ha disputado esta temporada. Un dato que da fe de la gran defensa del equipo de Inzaghi, y de la madurez con la que afrontan los tramos decisivos de los encuentros. El duelo ante la Juve no fue una excepción; Sommer dejó de nuevo su portería a cero y los tres puntos se quedaron en Milán.

Los neroazzurros abren una brecha de cuatro puntos respecto a su rival, que podría ser de siete si ganan el partido que tienen aplazado. Es cierto que la temporada es larga y la distancia no es tan amplia como para considerarla definitiva, pero el excepcional nivel del Inter invita a pensar que, salvo catástrofe, este scudetto lleva escrito su nombre.