Iñigo Agiriano
Lunes, 12 de junio 2023, 19:56
La gran mayoría de ligas europeas dirimen los desempates en función del gol average. En algunos casos, como Inglaterra, es el gol average general el que decide (diferencia entre goles a favor y en contra) y en otros, como España, es el particular, (la diferencia ... de goles en los partidos disputados entre ambos equipos). En Italia era este último sistema el que se utilizaba hasta ahora, pero los dirigentes de la Serie A decidieron introducir un cambio de cara a esta campaña, y recuperar una regla extinta en el año 2005, el 'spareggio'. La norma es sencilla: en el caso de que dos equipos empaten a puntos al final de la liga se juega un partido entre ellos, en campo neutral, y el ganador será el equipo que queda por delante en la tabla.
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El último precedente fue un Parma-Bolonia, disputado precisamente en el último año en el que la norma estuvo en vigor. En aquel momento, el 'spareggio' se jugaba a doble partido y en aquella ocasión fueron los boloñeses quienes descendieron a Serie B. La norma, por supuesto, no solo se aplicaba cuando el descenso estaba en juego y en una ocasión, en 1964, el campeón de Italia se decidió de esta manera, con un Bolonia-Inter jugado en el Olímpico de Roma en el que se impuso el Bolonia por 2-0. Por estas casualidades del destino que solo se dan el deporte, el final de la Serie A 22-23 nos dejó dos equipos, Hellas Verona y Spezia, empatados a puntos en la última plaza del descenso.
En la jornada 37, el Hellas Verona recibió el empate del Empoli en el minuto 97, que le privó de dos puntos que le hubieran puesto por delante de sus rivales. En la última, fue la Spezia el equipo desafortunado, ya que un penalti transformado por Dybala en el 90 significó la derrota del equipo de Liguria ante la Roma y el empate final a 31 puntos con el Hellas. El gol average particular favorecía a la Spezia y el general al equipo del Véneto, pero nada de eso importaba ya. Ambos equipos debían disputar el decisivo spareggio para mantener su plaza en la Serie A. El partido se jugó este domingo en el Mapei Stadium de Reggio Emilia, el campo que alberga los encuentros del Sassuolo.
La primera media hora del encuentro fue frenética: en el minuto cinco el capitán del Hellas, Marco Faraoni, adelantó a los suyos. Diez minutos después Ampadu empataba para la Spezia y en el veintiséis Ngonge volvía a poner por delante al conjunto de Verona. Antes del descanso, el delantero belga marcó su segundo tanto, y puso tierra de por medio. Todo se complicó pasada la hora de partido. Faraoni, al más puro estilo Luis Suárez, sacó con la mano un balón que se colaba. El capitán, lógicamente, fue expulsado y la Spezia disponía de un penalti y de más de veinte minutos de juego con un futbolista más.
Sin embargo, el guardameta del Hellas, Lorenzo Montipò, se puso el traje de héroe, decidido a mantener a su equipo en la Serie A. Primero detuvo el penalti y posteriormente resistió las múltiples acometidas de la Spezia con varias paradas de mérito. La suerte también se alió con los suyos, ya que Ampadu estrelló en el descuento un balón en el larguero, que hubiera significado sufrimiento extra para el Verona en los últimos minutos. Finalmente, el colegiado señaló el final del encuentro y el equipo de la ciudad de Romeo y Julieta selló su quinta temporada consecutiva en la élite, mientras que la Spezia acompañará al Cremonese y a la Sampdoria a la Serie B. En el primer año tras el regreso del spareggio, la conclusión del calcio nos ha dejado un partido de infarto, un bonito experimento del que otras ligas podrían tomar nota.
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