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Si el lunes fueron las instituciones alavesas, la federación territorial y los clubes implicados quienes condenaron los incidentes acaecidos el sábado en el campo de Sansomendi, ayer fue el Gobierno vasco el que, en boca de su portavoz, Bingen Zupiria, censuró lo sucedido en el ... campo de fútbol vitoriano. «Queremos denunciar, condenar y rechazar las acciones violentas que se han producido este fin de semana en Gasteiz», dijo.
«Pero también las que la semana pasada se produjeron en el Reale Arena -los altercados entre los hinchas de la Real Sociedad y el Benfica en la Champions- o las que semanas anteriores se han producido en otros encuentros de fútbol no profesional. Además de la condena y el rechazo, una consideración: que en ningún caso deberíamos banalizar ningún acto de violencia en ningún ámbito. Esto sirve para el ámbito deportivo, político o para manifestaciones callejeras. Cuidado con la banalización de la violencia, es algo que no podemos permitirnos», añadió el consejero vasco de Cultura.
Según Zupiria, «la práctica deportiva debe ser limpia, sin incidentes, respetando la integridad de las personas». Y, como han señalado los responsables del fútbol vasco, éste «es un trabajo que nos corresponde a todos». En ese epígrafe global, el Gobierno vasco cita a «instituciones, federaciones, clubes, aficiones y también a las familias» de las personas que practican este deporte. «Es un reto que debemos atender en colaboración», insistió el consejero, que posteriormente pasó a explicar «lo que se está haciendo desde las instituciones».
«El área de Deportes y Actividad Física está monitorizando diferentes ligas para detectar si se desarrollan con deportividad y evitar que esos actos pasen sin más y se puedan repetir», describió. El Gobierno vasco, en colaboración con la Federación Vasca de Fútbol en el ámbito aficionado, lo hace a través de Kirolalde, el comité vasco contra la violencia en el deporte, que «pretende tener información precisa de cualquier incidente y sus protagonistas».
Esta iniciativa analiza partidos de Tercera División, ligas juveniles (categoría del Lakua-Indautxu donde se desencadenaron los incidentes) y partidos cadetes en Álava y Guipúzcoa -próximamente se sumará Bizkaia-. En el territorio alavés se puso en marcha la temporada pasada con el programa Deportivity (categoría cadete), que este curso se ha exportado a la Federación Guipuzcoana. Son los árbitros los que en estos encuentros puntúan y valoran diferentes parámetros de deportividad, evaluando el comportamiento de futbolistas, cuerpos técnicos y afición.
De este modo, según explicó el portavoz del Gobierno vasco, en los últimos cuatro años se han analizado 546 partidos, con un índice de deportividad en la temporada 2022-23 de 8,93 sobre diez en esa escala de puntuación que valoran los colegiados de los encuentros. Deportivity, además, incluye talleres de prevención o intervención en función de las puntuaciones.
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