El Gobierno vasco limita el aforo del fútbol al 60% frente al 100% del resto de España

El Gobierno autonómico volvió a desmarcarse de esta decisión, se abstuvo en la votación en la que las demás comunidades votaron a favor y retrasó al próximo martes cualquier cambio sobre una mayor permisividad en el acceso de público a los campos. Ese día el lehendakari ha convocado el LABI para decidir si levanta las restricciones relacionadas con el covid. De esta forma para los equipos vascos se mantiene durante este fin de semana la capacidad del 60% para los estadios abiertos y del 40% para recintos cerrados. O, lo que es lo mismo, 32.000 espectadores como máximo para el Athletic-Alavés de mañana, 1.800 para el Amorebieta-Sporting (vendrán al menos 300 aficionados de Gijón) y 4.000 para el partido entre el Surne Bilbao Basket y el Barcelona del domingo a las 17.00 horas.

No es la primera vez que el Gabinete Urkullu adopta una postura más restrictiva que en el resto de España. Hace dos semanas también se opuso a elevar del 40% al 60% el aforo del fútbol profesional. El Ejecutivo se vio obligado a rectificar después de que la Liga recurriera esa decisión ante el Tribunal Superior del País Vasco y la Sala de lo Contencioso-Administrativo diera la razón a la patronal de clubes. Desde entonces, la capacidad del fútbol en Euskadi está en el 60%. No se descarta que la Liga vuelva a activar la vía judicial para que la situación del País Vasco sea idéntica a la del resto del país.

Porque el organismo presidido por Javier Tebas entiende que mantener en esta comunidad mayores restricciones que en las demás perjudica la economía de los clubes afectados. En el caso del Athletic, por ejemplo, tener un aforo del 100% ayudaría a las cuentas del club, que ahora tiene que calcular cómo devolver a cada socio la parte proporcional de los partidos que no vaya a ver. Con el aforo completo, esta disyuntiva se acaba puesto que no habría que pensar en ninguna fórmula para descontar esos encuentros del carnet de socio. Vaya o no al campo. Y hay que recordar que el Athletic ingresa por sus abonados el 24% de su Presupuesto. Algo similar ocurre en el caso del Bilbao Basket-Barcelona del domingo en Miribilla. La entidad del rival haría que el pabellón rozara el lleno en circunstancias normales. Lo que supone una importante inyección de dinero para el club.

El Gobierno vasco sustentó ayer su decisión de no seguir el mismo camino que el resto de las comunidades autónomas en que Euskadi tiene la competencia para decidir sobre los aforos. «Todas las decisiones que hemos tomado a través del LABI están sustentadas en las recomendaciones del comité científico-técnico. El lehendakari ha dicho que la reunión del LABI será el próximo martes. Será entonces cuando haya que analizar la situación», argumentó ayer el portavoz del Gabinete Urkullu, Bingen Zupiria. E insistió en que «la competencia sobre aforos corresponde al Gobierno vasco» y que el Ejecutivo autónomo no se siente «concernido» por el acuerdo alcanzado por el Consejo Interterritorial de Sanidad.

La decisión tomada por Sanidad abre, además, otra incertidumbre. La de si se puede llevar comida al estadio. El pacto de la Interterritorial descarta la ingesta de alimentos en el recinto. Sin embargo, el Gobierno vasco ha autorizado al Athletic a permitir a los aficionados que lleven bocadillos al derbi de mañana. El club abrirá incluso el ambigú para atender al público.