«La gente ahora quiere firmar contratos definitivos con niños de nueve años»

Los ponentes constataron que «cada vez se trabaja mejor» en las canteras y que los recursos destinados al pulido del talento dan sus resultados en forma de buenos jugadores, esculpidos en los moldes de las academias. «La estructura de la formación está muy profesionalizada. Hay más medios, más técnicos preparados y los equipos funcionan bien en este sentido», expuso 'Txirri', con experiencia en Lezama y ahora en la nómina de la Real Sociedad como ojeador. «Se destina más dinero a la formación y se ofrecen contratos», añadió Aspiazu, ayudante de Ernesto Valverde en el Athletic. Unas relaciones contractuales que se formalizan en edades tempranas y constituyen un peligro en forma de confusión. «La gente quiere firmar ahora contratos definitivos con niños de nueve años», avisó Zubizarreta, exportero internacional y exdirector deportivo del Athletic y del Barcelona, entre otras funciones desempeñadas en su dilatada trayectoria.

Agentes y padres

De ahí que se pusiera la lupa sobre la figura del agente que, según Zubizarreta, «forma parte» del negocio del fútbol y es un elemento más de la industria. 'Bolo', quien salió de la estructura del Danok Bat y llegó a jugar en el primer equipo del Athletic para dedicarse ahora a los banquillos, aconsejó que los padres gobiernen el destino futbolístico de sus hijos hasta edades más avanzadas. «Deben decirles que se diviertan y sean pacientes. Si tienen que llegar, llegarán». El más duro fue Astoreka, quien acusó a los representantes de «mover a jugadores sin mucho sentido solo por cobrar la comisión. No todo vale. Esto es legal, pero ilícito moralmente». Los contertulios coincidieron en que «hay que dar libertad» a los chavales durante su proceso de formación, pero al mismo tiempo reconocieron que las etapas del aprendizaje son cada vez más encorsetadas. «Ya no se juega en la calle», apuntó Aspiazu. Poco después citó a Nico Williams y a Oihan Sancet como ejemplos de jugadores que empezaron a volar pronto y que se abrieron un sitio en la élite. «Otros apuntan y no acaban de engancharse. «En el Athletic debemos tener paciencia con los chicos. El mercado es reducido, pero la filosofía da un poder que a veces no calibramos. No se trata de regalar nada, sino de dar la oportunidad a los que se lo merecen», precisó.

Fue un argumento aplaudido por 'Bolo', quien aseveró que «para triunfar alguien tiene que apostar por ti». Él lo hizo con Isi en la Ponferradina, cuando el murciano estaba casi sentenciado, y ahora brilla en el Rayo. Como es lógico, y ante un auditorio en el que había bastantes chavales del Danok Bat, hablaron de la importancia de no descuidar los estudios y de compaginarlos con el balón. «Puede hacerse. Llegar a Primera y ganar mucho dinero lo consiguen muy pocos», advirtió Aspiazu. «Hay que formarse como personas», aconsejó un profesional que además de los títulos del fútbol también tiene en sus vitrinas los universitarios.