La intrahistoria del gol de la victoria de Mikel Merino: imita la celebración de su padre en el mismo estadio 33 años después

Pasó desapercibido sobre el terreno de juego, pero el gesto guarda una bonita historia. Gol de Mikel Merino. Cabezazo decisivo a centro de Dani Olmo para embolsarse el pase en semifinales y apear a la anfitriona, Alemania, sobre la bocina en la prórroga. Tras celebrarlo con sus compañeros de la Selección, el futbolista navarro se queda solo en campo rival y corre hacia el banderín de córner. En ese instante, da un giro a su alrededor antes de soltar un grito de rabia con los puños apretados. Hizo lo mismo que su padre, Miguel, cuando marcó gol en ese mismo estadio, el Stuttgart Arena, en 1991 con Osasuna. Han pasado 33 años.

La bonita dedicatoria a su progenitor no ha quedado en el limbo. Por suerte. El padre de Mikel, Miguel Merino, exfutbolista de Osasuna, solía celebrar los goles con este gesto. Hay que echar la vista atrás. A 1991. Ronda de la Copa de la UEFA que enfrenta a los rojillos al Stuttgart, de aquella un gigante alemán que había levantado la Bundelisga con futbolistas como Mathias Sammer o Guido Buchwald. Miguel marcó el 2-3. El gol de la victoria.

Ha sido el propio futbolista de La Roja el que ha contado el motivo de su rodeo al banderín de córner, cómo ha transformado su gol en una especie de máquina del tiempo. «Algo tiene este estadio. Mi padre también marcó aquí», recordaba Mikel tras eliminar con su cabezazo a Alemania en el campo donde también debutó con la elástica de La Roja. «Es un momento único. Hay un gran trabajo por detrás. Nos lo merecemos», ahondaba el internacional y futbolista de la Real Sociedad. Y remataba: «Esto podría haber sido una final de Copa del Mundo o de Eurocopa. Fue un toma y daca. Sabemos sufrir y hemos ganado».

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