Quedan menos de seis meses para que la Eurocopa ruede en Bilbao. San Mamés será el escenario donde la selección española afronte sus tres partidos de la fase de grupos, encuentros contra Suecia (15 de junio), Polonia (20) y un rival del play-off ( ... 24). Y la mente de Luis Enrique, seleccionador nacional, ya ha enfocado esos duelos en La Catedral. Valiente como es, no se esconde cuando se le dice que su equipo aparece en la lista de candidatos al título, ahora en poder de Portugal. No rehúye la cuestión. «Es un sorteo que, en principio, nos ha tocado el favoritismo. No nos vamos a esconder, tampoco descubro América. Nos gusta ser una de las favoritas. A pesar de las últimas fases, todos nos dan como favoritos. Aceptamos ese rol, pero será complicado», admite el técnico asturiano.
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En una entrevista con la página web de la selección, Sefutbol, expone las razones que le han llevado a elegir la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en Madrid, para realizar la concentración de España. A pesar de que se habían barajado diferentes opciones, como Zubieta, Lezama, y algunas instalaciones en Cantabria, Luis Enrique ha preferido gestionar la concentración en un entorno conocido para que los profesionales del equipo disfruten de las «mejores condiciones». «Los jugadores suelen ir una hora antes del gimnasio. Haremos alguna doble sesión, y debe estar todo cerca. La comodidad, y las instalaciones que tenemos aquí hacen que entendamos que es mejor estar en Madrid», expone Luis Enrique, que mira a otras aspectos prácticos de esta apuesta. «Es un punto cercano a todas las ciudades. Así, los jugadores, cuando tengan descanso, pueden viajar. Y nosotros nos podamos desplazar a los partidos». De hecho, viajarán a Bilbao un día antes de los encuentros, como marca la normativa UEFA. Y todo apunta que el Palacio de Urgoiti, situado en Mungia, a un paso del aeropuerto, y con una rápida y cómoda conexión con San Mamés.
De vuelta a la pura competición, afirma Luis Enrique que Francia, por ser la actual campeona del mundo, quizá parte con cierta ventaja en la carrera por el título. Sin embargo, coloca a otras «cinco o seis» selecciones a ese nivel. «Y no veo a ninguna por encima», concede. Eso sí, España tendrá dos buenas piedras de toque en el parón de marzo, Alemania y Holanda. «También son candidatas. Son partidos muy atractivos para ver el nivel competitivo en ese mes de los jugadores», indica el preparador asturiano, que no descarta «sorpresas» en la lista final. «Somos una selección que está en un periodo de formación y de crear nuevas ilusiones», confía, con ganas de pasar página a un año tormentoso.
Tanto en lo personal –por el fallecimiento de su hija– como en el apartado colectivo, por lo sucedido en noviembre, con la tumultuosa salida de su exsegundo entrenador Robert Moreno. «Estoy con muchas ganas. No es novedoso. Una de mis pocas habilidades es que pongo bastante ilusión e ímpetu. Es una vuelta muy deseada. Espero que sea muy buena y disfrutemos de muchos éxitos. 2019 es un año pésimo para mí y para mi familia. Tengo muchas ganas de que venga este 2020». Y con la Eurocopa de Bilbao en el primer plano de España.
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