Verde que te quiero verde, vuelve la Euskal Selekzioa

Si acudimos a los últimos datos disponibles sobre la aceptación de las selecciones deportivas vascas, sendos estudios, recabados en 2021 por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco y por la UPV, fijaban su atención tanto en la Comunidad Autónoma del País Vasco, como en la Comunidad Foral de Navarra y en los territorios vasco-franceses de Iparralde.

En el primer estudio prospectivo se preguntaba al ciudadano de la Comunidad Autónoma Vasca su sentir sobre la posible participación de nuestras selecciones deportivas en competiciones oficiales internacionales. Los resultados no pueden ser más significativos. Incluso abrumadores. El 73 % de la población de la CAV apoya que las selecciones vascas de todos los deportes tomen parte directa y oficial en campeonatos internacionales representando al País Vasco, y similar cifra, un 72%, comparte que la Euskal Selekzioa de fútbol pueda jugar en torneos como un Mundial o una Eurocopa. Es decir, siete de cada diez habitantes de la CAV, prácticamente tres de cada cuatro, desean la oficialidad internacional del deporte vasco.

Por su parte, el llamado 'Naziómetro' de la UPV, al abordar esta misma cuestión, confirmaba otro dato revelador, en este caso por su extensión geográfica, y es que en toda la gran Euskal Herria (las dos comunidades autónomas del Estado español mas los territorios vasco-franceses) el 63,5 % de su población considera que la Euskal Selekzioa debería poder acceder a competiciones oficiales internacionales y hacerlo con jugadores de los tres ámbitos administrativos. Y es de destacar que así lo piense el 57% de los vascos de Iparralde y el 46% de los navarros (por un 34,5 que lo rechaza). La idea de que los deportistas vascos/navarros habrían de poder decidir con qué selección participan alcanza un 72,2% en el conjunto de las tres comunidades, donde incluso un 54% vería bien o muy bien que las selecciones vascas pudieran enfrentarse oficialmente a la selección española o a la francesa, en Iparralde un 46%, con tan sólo el 10% en contra.

Puede sorprender el criterio compartido de vascos y vascas en esta materia simbólico-deportiva, aún de los que no forman parte de la Euskadi institucionalizada. Tal manera de ver las cosas, la autoconsideración como una sola comunidad en lo cultural o deportivo a la hora de proyectarse al exterior, nos lleva a un concepto internacionalmente acuñado para territorios no estatales: ser un País Deportivo o 'Sport Country', entendido como ámbito de organización y representación en una disciplina deportiva con autonomía y raigambre demostradas.

Las referidas tomas de temperatura demuestran que la llama de la oficialidad sigue encendida, y que la reivindicación de las selecciones vascas nos une. Con mayor o menor celebración de encuentros de nivel, los ciudadanos ven con naturalidad lo que para otros parece un anatema. Y la realidad legislativa no ha sido ajena a ese anhelo popular, como lo demuestra la introducción en la propia Ley española del Deporte de la posibilidad en determinadas condiciones de la representación autonómica directa en el ámbito internacional. Un derecho que es pura democracia deportiva, porque se trata de la voluntad de los y las deportistas expresada en el cauce federativo.

En el caso del fútbol vasco los actuales rectores federativos, además de organizar, a los tres años de su llegada, el atractivo partido entre la Euskal Selekzioa y Uruguay, tendrían que demostrar una mínima actividad en la búsqueda de la oficialidad que han expresado formalmente defender y, sin embargo, dejado languidecer. No vale ya el mero remitirse a otros ámbitos y al futuro imperfecto. Menos balones fuera. La Verde está de nuevo aquí, pero que sea para quedarse.