El Granada no tiene piedad del Navalcarnero (0-6)

Estaba sobre aviso el Granada de que en ese campo se habían desmoronado dos conjuntos del fútbol profesional como Las Palmas y Eibar. No hubo ninguna displicencia y sí un ardor por plasmar la lógica superioridad rojiblanca. La cábala se cumplió y los dirigidos por Luis Ayllón sucumbieron ante el rodillo nazarí, como le pasó al Badajoz la temporada pasada. Calcaron la secuencia de eliminaciones de los pacenses, pero mostraron menos resistencia sobre su césped artificial que los extremeños en el Vivero entonces. Lo sintético fue una alfombra persa para los visitantes. Los tantos llegaron por decantación.

El técnico del Granada alineó a futbolistas muy de su cuerda, muchos de ellos veteranos, en una composición 4-4-2 en la que Fede Vico agarró la batuta en la medular. Víctor Díaz y Quini ocuparon los laterales, como en los tiempos de Segunda División, mientras que la delantera se la repartieron Jorge Molina y Soldado.

La afición del Mariano González trató de levantar a los suyos con aplausos, un golpe de ánimo que casi aprovechan en un saque de esquina. Tiraron de laboratorio pero se hundieron en la definición. El Granada no quiso darles ni una mínima esperanza. Germán Sánchez abrió el marcador rematando en boca de gol un rechace del portero a un cabezazo previo suyo (minuto 8) y Alberto Soro puso el 0-2 (minuto 23), rematando a puerta vacía un pase de Quini.

Fede Vico, con un disparo desde la frontal, marcó el tercero (minuto 31), Roberto Soldado hizo el cuarto con un globo desde fuera del área (minuto 34), Dimitri Foulquier firmó el quinto de tiro ajustado al palo (minuto 71) y Jorge Molina sentenció (minuto 77).