El Barça copia el ejemplo del Athletic

El Barcelona de Ronald Koeman entró en competición a la vez que el Athletic, en dieciseisavos de final. Y a priori, ante un rival sencillo, el Cornellá de Segunda B. Pero el formato de Copa a partido único en el campo de menor categoría trajo a los culés un regalo envenenado. El club del cinturón de Barcelona, crecido tras eliminar al Atlético, se hizo fuerte en su terreno, estrecho y de hierba artificial, y gracias a las paradas de su guardameta, se fue hasta la prórroga para desesperación de Koeman. Allí, al menos, un rápido gol de Dembele evitó el sofoco blaugrana, que redondeó el 0-2 en la jugada final.

Después, en octavos, le tocó el Rayo Vallecano, la única eliminatoria que resolvió sin necesidad de tiempo extra. Lo que no quiere decir que fuera sencilla. Porque los de Andoni Iraola se pusieron por delante, y el Barça tuvo que remontar en la segunda parte, con goles en los minutos 69 y 80.

Y en cuartos el Barça inició su gran ejercicio de supervivencia en el torneo. Viajó a Los Cármenes para medirse a un Granada que para el minuto 47 ganaba 2-0 gracias a los goles de Kennedy y Soldado. Y así se llegó a la recta final del partido, que parecía sentenciado en favor del semifinalista del pasado año. Pero un gol de Griezmann en el minuto 88 impulsó al Barça y asustó al Granada. Y en el descuento (92), Jordi Alba hizo el milagro y llevó al Barça a la prórroga, donde los azulgrana aprovecharon el impulso para golear 3-5.

En la penúltima ronda, a doble partido, el equipo de Koeman se emparejó con el Sevilla, que pasó por encima de ellos en la ida (2-0). En la vuelta del Camp Nou, el Barça apeló al milagro y marcó muy rápido, en el minuto 12, pero el Sevilla tuvo la eliminatoria en el pie de Ocampos, con un penalti que detuvo Ter Stegen. Con uno menos, el Sevilla se atrincheró para defender la ventaja, pero apareció Piqué en el 94 para obrar el segundo milagro de alcanzar una prórroga en el descuento. Y una vez allí, Braitwaithe marcó el tercero y certificó la clasificación del Barça para una final que a tenor de la trayectoria de los finalistas, anticipa emociones fuertes.

Tras la clasificación del pasado miércoles, Ronald Koeman resumió el sentir de este Barça respecto a su trayectoria en la Copa. «Hemos luchado hasta la extenuación y es increíble. Siempre hemos creído. Nunca hemos tirado esta Copa. Es una cuestión de mentalidad. Yo, como entrenador, no puedo pedirle a mi equipo más de lo que he visto. Les felicito porque se merecen jugar esta final. Estoy muy orgulloso de ellos, de lo que han hecho y demostrado», afirmó el técnico.

Un dato llamativo del Barça en este 2021 es que en apenas dos meses ha jugado cinco prórrogas. Porque a las tres referidas de la Copa hay que añadir las dos que jugó en la Supercopa. La primera contra la Real Sociedad en semifinales, con un empate a uno que llevó a los blaugrana a ganar a penaltis y jugar la final contra el Athletic. Y precisamente fueron los rojiblancos los únicos en derrotar al Barça en el tiempo extra para ganar el título.