Los aficionados de la Real se perdieron uno de los goles por saltar de espaldas al campo

La hinchada de la Real Sociedad tiene la curiosa forma de celebrar los goles y animar a los suyos saltando de espaldas al campo. Es una escena que se ve mucho en Anoeta. Miles de aficionados se abrazan mirando a la tribuna y comienzan a botar de forma coordinada. Ayer este gesto se repitió en el Bernabéu durante gran parte del partido ante el festival goleador de los suyos, que, finalmente, se quedaron sin premio (4-4 ante el Real Madrid) y a las puertas de la final de Copa.

La escena más llamativa del partido ocurrió entre el 1-3 y el 2-3. Rondaba el minuto 80 cuando Oyarzabal puso por delante en la eliminatoria a los donostiarras. A falta de diez minutos, la Real estaba en la final de La Cartuja. En el Bernabéu se escuchaba el runrún de los madridistas ante el desastroso partido de los suyos, mientras que el millar de aficionados txuri-urdin desplazados a la capital botaban de espaldas al campo celebrando el tanto de Oyarzabal.

En cuestión de segundos, el Real Madrid puso el balón en juego, el esférico le llegó a Vinicius y este tras una carrera por la banda puso un centro muy medido para que Bellingham marcase el 2-3 y devolviese las tablas a la eliminatoria. El Bernabéu explotó de alegría mientras los seguidores de la Real Sociedad seguían saltando y mirando a la tribuna ajenos a lo que acababa de suceder.

La historia del resto del partido es la que suele darse en el territorio blanco cuando el Madrid está al borde del abismo. En una agónica prórroga, los de Ancelotti lograron el cuarto de la noche y sellaron el pase a la final de Copa con una Real Sociedad completamente desfondada tras el esfuerzo realizado durante los primeros noventa minutos.