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La afición rojilla no tardó en secarse las lágrimas del mazazo que supuso caer en la antesala de la soñada eliminatoria frente a un equipo de Primera División. «Nos hemos quedado con el caramelo en la boca», admitían los seguidores... «Pero ahora el objetivo es ... el ascenso a Tercera», aseguraba un hincha vitoriano a la salida del campo del Villamuriel. Toca cambiar la energía.
A medida que los minutos cicatrizaban la herida copera, y mientras devoraban los kilómetros de asfalto que separa Villamuriel de Cerrato de Olaranbe, el centenar de seguidores que se desplazaron desde la capital alavesa intentaba mirar ya a la competición liguera, la prioridad de los chicos de Ander Marquínez en la presente campaña.
Más allá del golpe que supuso la derrota por la mínima en tierras palentinas, el subidón que ha generado verse tan cerca de recibir a un equipo de la máxima categoría (a excepción del Real Madrid, el Barcelona, el Athletic y Mallorca, que juegan la Supercopa) será el combustible de las próximas semanas para los rojillos. Esa es, al menos, la esperanza de los aficionados, que confían en presenciar el regreso del Aurrera a Tercera. Y es que el conjunto vitoriano no se sintió en absoluto inferior a su adversario en la eliminatoria copera.
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