El City, un paso más cerca del triplete

El once de Pep presentaba variaciones significativas. De Bruyne, Rodrigo, Stones, Dias y Ake recibieron descanso, además del habitual cambio de portero. Aunque Guardiola alineó a dos laterales, el esquema era el habitual esta campaña; Walker actuó como central en una línea de tres, mientras que el español Sergio Gómez se metía dentro. El Sheffield, que puede confirmar esta semana su ascenso a la Premier, mostró rápidamente que no había venido a Wembley a pasar el rato. En un córner estuvo a punto de adelantarse cuando no se habían jugado ni dos minutos.

Quizás por ello, el equipo citizen quiso jugar a un ritmo bajo, que priorizase evitar las transiciones rivales. Pasados los veinte minutos, los de Guardiola comenzaron a animarse. Primero fue con un disparo de Mahrez, que se fue desviado y poco después con otro de Julián, que obligó a intervenir de forma meritoria al guardameta rival. Fue un espejismo, sin embargo, y el partido volvió a caer en un estado soporífero, que, a pesar de no ser del gusto del espectador, si es del interés del City en ciertos momentos. Descansa con el balón, se acerca al área rival, y está en una buena posición para penalizar cualquier error del oponente. Así sucedió, el Sheffield cometió un penalti infantil y Mahrez (sorprendió que no chutara Haaland) lo transformó para adelantar a su equipo antes del descanso.

La segunda mitad comenzó con el mismo guion por parte del City, pero el Sheffield se mostraba más impreciso de lo que había estado durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Pasados diez minutos Haaland estuvo a punto de anotar el segundo en un balón rechazado, una de esas jugadas que tanto gustan al noruego. Poco después llegó la sentencia. Mharez robó un balón en campo rival y condujo hacia la portería. Los desmarques de Haaland, a un lado, y de Julián, al otro, preocuparon tanto a los defensores de los blades, que terminaron abriendo el pasillo central, y el argelino, prácticamente sin tener que regatear, se plantó solo ante la portería. Cinco minutos más tarde Mahrez consiguió su hat-trick tras un centro de Grealish y el partido quedó sentenciado. Guardiola pudo entonces dar descanso a sus jugadores más utilizados, como Haaland, Gundogan o el propio Grealish. No sucedió mucho más en el resto del partido, las largas posesiones del City no dieron opción a ningún ataque de los Blades e incluso estuvo a punto de marcar el cuarto en un disparo de Julián Álvarez y en otro de Palmer.

Preguntado en la rueda de prensa previa al encuentro por la posibilidad del triplete, Guardiola afirmó sentirse «muy lejos». El mensaje se enmarca en la habitual prudencia del técnico catalán, que siempre sirve para recordarnos lo complicado que es ganar títulos en el fútbol, la velocidad con la que una gran temporada puede tornarse negativa. A pesar de ello, la realidad es que el City depende de sí mismo para lograr un triplete histórico, del que le separan 12 partidos. Por ahora, se asegura estar en Wembley el 3 de junio, donde se enfrentará al ganador del Brighton-Manchester United, que se disputará mañana.