Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fue hace un año. Aquel 1 de mayo, festivo, cuando todavía podíamos salir a la calle, a eso del mediodía una noticia sobresaltó al deporte español y, por extensión, a toda la sociedad. Llegaba desde Portugal, concretamente desde Oporto. Iker Casillas, el portero que elevó al cielo de Kiev la última Eurocopa ganada por España, en 2012, había sufrido un infarto durante un entrenamiento con la formación portuguesa. La preocupación por su estado fue inmediata, aunque pronto las noticias eran esperanzadoras: su vida no corría peligro. «Está bien, está estable». Fue hace un año. Otro 1 de mayo. Y el guardameta de Móstoles (38 años) ha recordado en sus redes sociales aquel día.
Lo hace con un emocionante mensaje. «Y así, sin darme cuenta, un año. No soy de los que mira el camino recorrido. No suelo alardear de las cosas que han salido bien, pero en esta ocasión me siento contento por haber superado un gran obstáculo en mi vida. Ha sido, sinceramente, emocionante. Ha tenido terror, drama y ciertas dosis de ciencia ficción. ¡Y por supuesto, humor!», confía a sus seguidores el exportero de la selección y del Madrid, y ahora en la carrera por presidir la Federación Española de Fútbol.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.