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En 1994 tuvo que comparecer ante la Justicia argentina por disparar con una escopeta a un periodista. En la imagen, abandona el juzgado escoltado por agentes de la Policía. reuters
La cara oscura del astro más brillante

La cara oscura del astro más brillante

Dopaje, drogas, alcohol, agresiones y una vida de excesos completan el perfil de un genio del fútbol y una persona esclava de sus adicciones

Jueves, 26 de noviembre 2020, 00:56

Diego Armando Maradona murió el mismo día que George Best. El gran futbolista norirlandés se fue el 25 de noviembre de 2005 y justo 15 años después se apagó la estrella del 'Pelusa'. Ambos compartían su pasión por el fútbol, llenaban los estadios, tenían millones ... de fieles a sus pies -el argentino contaba incluso con su propia Iglesia- y lejos de los terrenos de juego eran esclavos de sus adicciones. Dos juguetes rotos que no supieron brillar fuera de los focos ni controlar el rumbo de sus vidas. Best falleció con 59 años, Maradona con 60. Casi calcan también su ciclo vital, repleto de éxitos deportivos y miserias personales. «Fui a parar a la cima, pero una vez allí estaba solo», dijo un día el mito hecho hombre que ya está de regreso a su planeta. El mismo del que bajó en 1986 para adoptar la forma de «barrilete cósmico» y legar al mundo la 'mano de Dios'. La trampa se transformó en leyenda, al igual que él, hermoso en la cancha e imperfecto fuera.

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