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De izquierda a derecha, Zuhaitz Gurrutxaga, Eder Vilarchao y David Rincón. Jordi Alemany
El canterano del Athletic que se retiró a los 25 años: «Se me cayó el mundo encima con la lesión, necesité psicólogos»

El canterano del Athletic que se retiró a los 25 años: «Se me cayó el mundo encima con la lesión, necesité psicólogos»

Eder Vilarchao participa en la jornada 'El plan B del fútbol' organizada por la Federación Vizcaína junto al exrealista Zuhaitz Gurrutxaga y el psicólogo del Athletic David Rincón

Miércoles, 26 de marzo 2025, 21:44

«Lo he pasado muy mal. Me sentí solo. Necesité psicólogos y a día de hoy sigo arrastrando algo, pero estoy mejor. Soy feliz». Eder Vilarchao (Bilbao, 1990) vio truncada su carrera apenas unos días después de debutar en Primera con el Betis. Canterano del Athletic de alevines a cadetes, tras llegar al Basconia se enroló en las filas del Sestao River y de Las Llanas saltó al filial verdiblanco. En cuatro meses convenció a Pepe Mel -le puso de titular en el Calderón-, pero una grave lesión de tobillo en un entrenamiento inició un calvario de tres años en los que luchó contra sí mismo. Tuvo que colgar las botas a los 25 años con un futuro más que prometedor. «Se me cayó el mundo encima con la lesión», cuenta sin tapujos.

Vilarchao ha sido uno de los tres protagonistas de la jornada 'El plan B del fútbol' organizada por la Federación Vizcaína de Fútbol. Los otros dos ponentes han sido el exjugador de la Real Sociedad Zuhaitz Gurrutxaga (Elgoibar, 1980), hoy un monologuista de éxito al relatar con buenas dosis de humor el calvario que sufrió cuando los problemas de salud mental dinamitaron su carrera; y el responsable del departamento de Atención Integral del Athletic, el psicólogo David Rincón (Valladolid, 1983). El Frontón Bizkaia ha servido de anfitrión ante una nutrida audiencia, 400 espectadores teñidos de rojo y azul, colores del Betolatza y el Ibaiondo, cuyos canteranos cambiaron este miércoles el entrenamiento sobre el césped para llevarse a casa un profundo aprendizaje.

El mensaje que los ponentes quisieron transmitir fue el de disfrutar del fútbol. Jugar con los amigos. Divertirse. Porque a Primera solo llega el «0,00001%», recordó Eder Vilarchao. Él se lo tuvo que currar lejos de Bilbao, «de mi familia y amigos», y cuando sufrió aquella grave lesión «se me cayó el mundo encima». «Me fracturé la tibia, tenía el tobillo colgando, pero no se me pasaba por la cabeza retirarme del fútbol. Mi cabeza no lo asimilaba, pero tras muchas operaciones -el cartílago «desapareció», indicó- tres años después (2015) llegamos a la conclusión de que no podía jugar más», relató con fortaleza pero con la voz entrecortada un jugador que encandiló a Pepe Mel en tres meses desde su llegada al filial del Betis.

La charla estuvo moderada por Cristina García, jefa de prensa del Athletic. Jordi Alemany

«Confiaba mucho en mí, sabía que podía jugar en Primera y así fue. Soñaba hacerlo en el Athletic, pero lo conseguí en el Betis, no me puedo quejar, pero me lesioné justo después de haber renovado cuatro años», rememoró. «Lo he pasado muy mal. Mi familia y mis amigos en Bilbao y yo solo allí con solo 22 años... Tenía dinero, fama, pero no os podéis imaginar lo que suponía no poder jugar...», relató Vilarchao, que animó a «tener la mente ocupada para no tener problemas» porque el fútbol se acaba a los 35 años. «Es necesario formarse, estudiar. En mi caso decidí sacarme el curso de entrenador (dirigió a los juveniles del Danok Bat) y director deportivo». Hasta la pandemia trabajó en la secretaría técnica del Betis y entonces volvió a Bilbao. «Era imposible retomar mi vida allí». Ahora es un «aita feliz».

«¿Vuestro mayor logro?», lanzó curioso uno de los jóvenes que abarrotaron las gradas. «Lograr ser feliz», respondió sincero Vilarchao. «Haber disfrutado cuando era un chaval», añadió Zuhaitz Gurrutxaga, cuya historia es más conocida desde que recorre multitud de escenarios en los que su áspero y divertido monólogo emociona a todo el que le escucha. El de Elgoibar dejó una frase demoledora: «No recuerdo haber sonreído un solo día en un terreno de juego durante mi etapa profesional».

Su sueño de llegar a Primera con la Real Sociedad le «jodió la vida», según reconoce en el libro 'Subcampeón'. En su biografía desgrana la dureza de la enfermedad mental que sufrió cuando siendo un chaval llega al primer equipo donostiarra y cómo se recuperó para reconciliarse con el deporte. Su trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) le obligaba a limpiarse las manos treinta veces al día, gastar medio botr de gel al ducharse, ordenarlo todo o saltar las líneas con el pie derecho. «Caí en depresión, no sabía que era eso. Hasta que mi madre me animó a que probara la terapia. La psicóloga puso nombre a lo que me pasaba», explicó. EL CORREO entrevistó a Gurrutxaga en 2021 y se hizo eco en 2023 de su libro.

El pánico y terror de Muniain

Por su parte, David Rincón se encargó de trasladar a los jóvenes espectadores cuáles son las tareas de un psicólogo. «¿Alguien piensa que Muniain no tuvo miedo antes de tirar el penalti en la final de Copa? Dijo que tenía pánico y terror. Dudar y tener miedo es normal, pero no por ser normal tenemos que dejar de pedir ayuda. Familia, amigos, gente de confianza o un profesional, pero lo primero es empezar a hablarlo», subrayó Rincón, que desde 2019 trabaja en Lezama tras hacerlo durante trece años en el Valladolid.

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