'Buba', un delantero de récords en el fútbol vizcaíno

A sus casi 36 años Sergio Serna, repartidor de paquetería de Sodupe, ha superado los 400 partidos durante 16 temporadas en el Gordexola. Ha competido nada menos que en seis categorías territoriales

Domingo, 2 de febrero 2025, 00:31

Comenzó jugando a futbito en el colegio Coenen, luego en la Peña Galdames, «un miniLezama», siguió en el Zalla, en cuyo primer equipo estuvo medio año, y fue cedido al Sodupe. «Me dieron la carta de libertad y me fui al 'Gorde'. Antes fui a ... entrenar al Indautxu, pero los viajes para aquí, para allá... Quizás en el Indautxu hubiera jugado, pero estaba cansado. Pasé de Tercera División con el Zalla a Tercera Regional con el Gordexola. Un cambio de seis categorías, pero tampoco me di cuenta. Yo quería jugar y punto. Y hasta hoy», dice el de Sodupe.

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Con esta sencillez relata Sergio Serna Astarloa su biografía deportiva, una de las más extensas del fútbol territorial vizcaíno. Va a cumplir 36 años y lleva 16 defendiendo los colores de su 'Gorde'. Por su fidelidad recibió en septiembre un homenaje, por sus 400 partidos con la camiseta encartada. Su equipo acumulaba entonces dos años, cuatro meses y siete días sin perder, aunque cayó ese día, ante elGaldakao por 0-1, en su debut en la División de Honor, tras 35 partidos invicto. ¿Se siente un 'One Club Man'? «Ja, ja. Me dicen que la media temporada en el Sodupe no me cuenta. Y ahí seguimos».

Tales celebraciones tuvieron lugar en el campo Juan José Melchisidor, un rectángulo de tierra y hierba desigual que fue posible gracias al esfuerzo popular hace medio siglo. Ese testigo del fútbol pretérito es la segunda casa del veterano delantero, a quien en su entorno le conocen por el apodo de 'Buba'. «Me lo puso un amigo de pequeño porque decía que me gustaban mucho los chicles Bubbaloo».

Trabaja como repartidor de paquetería. Empieza su jornada laboral a las ocho y puede acabar incluso a las tres y media. «No entreno lunes y jueves, y los aprovecho para estar con la chavala, para hacer algo o estar en casa tranquilo. Si el domingo no juego, voy a echar unos potes con los colegas, o ir a San Mamés o al frontón a ver pelota, lo que se tercie».

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Su amado equipo está pagando la bisoñez en la máxima categoría de Bizkaia. 'Buba' ya lo presentía. «Creía que íbamos a estar abajo, pero no los últimos. Tenemos once puntos, pero podíamos llevar seis más. El primer año en División de Honor eres un pardillo. Vamos últimos, pero al entrenamiento vamos siempre la inmensa mayoría». Han notado el cambio de categoría «no en el físico, hay más calidad en lo técnico. Ahora te dejan jugar más el balón y el año pasado te encimaban a la mínima. Ahora no te aprietan tanto, es otro fútbol. No es un tema de caja ni de correr; si igual estamos mejor que muchos porque entrenamos en Gordexola», en la llana de Ibarra.

En esa campa futbolística han creado «una cuadrilla, más que un equipo», con directivos jóvenes, «del pueblo, a los que saco diez años». Los jugadores hacen piña con el concurso de penaltis de los viernes cuyos perdedores pagan en forma de tortillas o chorizo los miércoles tras el entrenamiento. «Así te juntas y vas cenado a casa, ja, ja. Cascas un rato y dices chorradas. Ese es el rollo». La camaradería ha cambiado muy deprisa incluso para un treintañero. «Antes los jugadores mayores te apretaban las tabas, que si vete a por mis botas... hasta que pasabas por el aro. Hoy no ocurre, ahora los chavales son más contestones, creo, aunque son buenos chavales», explica.

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Por amor al arte

'Buba' ha firmado en 413 partidos con el 'Gorde' 141 goles, «muchos de llegar y empujar», y destaca uno, tras recordar un rato, que marcó de chilena al Zorroza. Juega por «amor al arte, no tenemos sueldo ni primas». Recibe 50 euros para las botas, un par para la hierba natural y otro para la artificial de sus rivales. La modestia de un club como el suyo, con un campo sin asientos ni cubiertas, se refleja en su capitán, que cuando se retire se ve «echando una mano, de segundo, para llevar a la gente, más que de míster. Hacer el trabajo 'sucio'».

Pero desconoce su punto final. «Dicen que llevo retirándome siete años, ja, ja. Como siguen los compañeros, pues sigo. El año pasado aseguré que, si ascendíamos, seguía. Como en Preferente estuvimos dos años con la miel en los labios...». Parece que 'Buba' aún tendrá que despegar muchas veces el barro de sus tacos bajo el chorro del pilón de cemento en el entrañable Melchisidor.

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