Bengoa regresa de Tetuán para ponerse en el mercado

Como consecuencia, de esta temporada 2020-21 le adeudan cuatro meses y de la anterior, la mitad de su ficha. Ante este sombrío panorama que no se solucionaba, harto -«no aguantaba más»-, confiesa Bengoa, decidió rescindir su vinculación la pasada semana aduciendo incumplimiento de contrato por parte del Moghreb Atlético Tetuán y denunciando a FIFA la situación: «Veremos cómo sale la sentencia, estoy tranquilo, sé que voy a ganar. Mi conciencia está tranquila y se demostrará la verdad», señala a El Correo. Bengoa, de 26 años, que se había integrado bien a la ciudad marroquí, pero ante esta tesitura ya se encuentra de vuelta a casa tras cruzar el estrecho y venir al volante hasta Bilbao ayer lunes.

El excachorro se queja de que el club ha desplegado «muchas mentiras» sobre su figura. Le acusaba, lanza, de «no querer jugar con el equipo, que por eso me tenían apartado. El club no es nada profesional, la directiva, lamentable, no saben dirigir el club», protesta. Sacudiéndose de la tensión que ha padecido las últimas semanas, ahora Bengoa, al abrigo de los suyos, confía en encontrar un destino para seguir con su carrera en este mercado invernal: «Esperando a ver si me sale algún equipo, algo me saldrá, aunque con ganas de saber mi futuro», subraya el centrocampista, técnico y con un balón parado espectacular. Pese a estos palos en las ruedas, lo cierto es que Martín Bengoa (Otxandio, 21-11-94) se ha catapultado en la Primera División de Marruecos, tanto en el Chabab Rif Al Hoceima, donde en seis meses marcó cinco goles y dio cinco asisencias, como en el Moghreb Athletic Tetuán, declinando una oferta de Arabia Saudí. Antes había pasado por Bilbao Athletic, donde coincidó con Yeray y Williams o Lekue, el filial del Deportivo, una breve escala por la SD Leioa, para saltar la ventana al extranjero porque intuía que quizás se iba a estancar en la rueda de la Segunda B en España.

Firmaba hace dos veranos en Tetuán con su mujer e hijo acompañándole en una aventura que ahora desanda para volverse a impulsar desde el mismo punto. No ha perdido la robustez: «Mi idea era seguir haciendo los mejores números posibles para lo que pueda llegar en el futuro. Es mi vida, trabajo y me pagan para ello. Hay que aprovechar el momento, la vida del futbolista es muy corta», zanja Bengoa.