Iñigo Agiriano
Miércoles, 21 de febrero 2024, 13:26
El Bayern de Múnich vivió la semana pasada su particular calvario. Comenzó el sábado con una derrota por 3-0 ante el Bayer Leverkusen, continuó el miércoles en Roma cayendo ante la Lazio en la ida de los octavos de final de la Champions, y ... puso la guinda este domingo ante el modesto Bochum, que venció por 3-2.
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I. Agiriano
Iñigo Agiriano
Los rumores sobre la posible destitución de Thomas Tuchel no se hicieron esperar, pero finalmente el club y el técnico han llegado a una solución de consenso. De una forma similar a lo anunciado por Xavi hace unas semanas, el Bayern y Tuchel separaran sus caminos al final de temporada. Hasta entonces, según afirma el comunicado «todos los miembros del club tienen la obligación expresa de alcanzar los máximos objetivos posibles en la Champions League y en la Bundesliga».
La etapa de Tuchel en el Bayern ha sido poco menos que accidentada. Llegó a mediados de la temporada pasada, tras la sorprendente destitución de Naggelsman, un cese en el que pesaron los motivos extradeportivos. La relación del ahora seleccionador alemán con ciertos pesos pesados del vestuario era nula, y terminó provocando su marcha, entre acusaciones de alinear exclusivamente a aquellos futbolistas con los que tenía buena sintonía. La llegada de Tuchel, sin embargo, no arregló nada. El equipo cayó eliminado de la Copa ante el Friburgo y por el City en la Champions. En la liga recuperó el liderato en el primer partido del técnico, precisamente ante el Dortmund, pero lo volvió a perder con débiles actuaciones ante quipos de media tabla. Aquel inesperado pinchazo de su rival en la última jornada dio el título liguero a los de Múnich, pero solo sirvió para maquillar una temporada en la que el equipo no había estado a la altura con ninguno de los dos entrenadores.
Lo cierto es que los números de Tuchel en esta Bundesliga no son malos, pero ha tenido la mala suerte de encontrarse con un rival tan formidable como el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que ha marcado un feroz ritmo de puntuación. Con los puntos que tiene actualmente, 50, el Bayern sería el líder en las últimas cuatro Bundesligas. Habría que remontarse a la campaña 18-19 para encontrar un equipo, el Dortmund en este caso, que sumase más puntos en la jornada 22. Sin embargo, las victorias del Bayern se han sustentado más en el gran nivel de Harry Kane que en un brillante juego colectivo y a la hora de la verdad el equipo ha revelado sus costuras. Ciertas decisiones tácticas de Tuchel también han dejado que desear, y le han enemistado al mismo tiempo con ciertos jugadores, como Joshua Kimmich, que no se tomó bien su suplencia en el choque ante el Leverkusen.
El Bayern ya busca entrenador de cara a la temporada que viene, una figura que pueda gestionar adecuadamente un vestuario que en los últimos años ha sido un polvorín. Hasta ese momento, todavía queda una temporada que luchar, con la vuelta ante la Lazio en el horizonte. En la liga, tras once años de dominio los bávaros no van a renunciar al título con tanta facilidad. Más le vale al Leverkusen estar prevenido.
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