Reunión extraordinaria de la Comisión de Presidentes de Federaciones de Ámbito Autonómico y Territoriales. / Efe

Así fue la cumbre que dio la espalda a Rubiales: «Uno se resistió, pero al final firmó»

Las claves de la reunión de los presidentes de las territoriales: Rocha dijo que no será 'hombre de paja' del granadino y el núcleo duro del presidente inhabilitado ha quedado sentenciado

Martes, 29 de agosto 2023, 16:39

Ya se sabe que Luis Rubiales está hundido. Los presidentes de las federaciones territoriales, su gran apoyo durante sus cinco años de gestión, miran hacia un futuro sin el granadino. Son conscientes de la ira de la sociedad contra su organización por el beso robado ... a Jennifer Hermoso. Y del bochornoso espectáculo que ha dado a partir de ahí el dirigente granadino inhabilitado por la FIFA y al que el Gobierno quiere sacar de la Federación. Los 'barones' del fútbol español se reunieron el lunes. Les convocó con carácter de urgencia el nuevo presidente de la Federación, Pedro Rocha, para intentar cerrar las profundas heridas de la crisis.

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Estuvieron seis horas. Es la cumbre entre ellos más importante de la historia. Allí diseñaron el futuro de la FEF sin Rubiales, a quien dieron la espalda con un comunicado «unánime» en el que le piden la dimisión. «Uno se resistió, pero al final firmó», relata un asistente.

¿Cómo se llegó a ese momento? EL CORREO ha podido reconstruir los momentos más cruciales del cónclave. Una de las últimas decisiones de Rubiales fue cesar a siete de sus vicepresidentes para dejar a Rocha como el único en el cargo. Eso le convirtió en el sucesor del granadino cuando la FIFA le inhabilitó. El extremeño se presentaba ante sus compañeros con la sospecha de ser considerado un 'hombre de paja'. Y lo primero que hizo fue distanciarse de quien la había aupado al cargo.

El cacereño recibió a sus compañeros soltando amarras con su antecesor. «Lo dijo antes de empezar, que si alguien piensa que va a ser su delfín o defender a ultranza a Rubiales, no va a ser así», narra un asistente. Rocha fue más allá. Añadió que no tenía intención de presentarse a las próximas elecciones y que si los presentes consideraban que debía dimitir, lo haría en ese mismo momento. Le dijeron que confiaban en él y que siguiera.

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Tras el desmarque de Rocha, llegó la primera decisión. El extremeño dejó claro que a partir de ahora tomará las decisiones de forma colegiada con ellos.

Rocha mantuvo contactos telefónicos previos con los dirigentes de las territoriales. Quería asegurarse su apoyo a su decisión de emitir un comunicado pidiendo la dimisión de Rubiales. La cumbre arrancó con el texto. El nuevo presidente quería ir al grano. El primer punto del orden del día debía tildar de «inaceptables comportamientos» las últimas actuaciones de Rubiales y pedirle su «inminente dimisión».

Fue el asunto más controvertido. Las grandes asociaciones apoyaron de inmediato a Rocha. Junto a él se pusieron de inmediato los cuatro representantes vascos (Javier Landeta, Federación Vasca; Iñaki Gómez Mardones, Vizcaína; Kepa Arrieta, Alavesa; y Manu Díaz, Guipuzcoana). Además, a ese bando se unieron los representantes de las poderosas federaciones de Madrid, Cataluña, Andalucía, Galicia, Asturias....

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Ahí comenzó la gran batalla. Hubo tres o cuatro presidentes, de federaciones de menor peso, que pusieron reparos a la condena a Rubiales . ¿Quienes? Los dirigentes acordaron un pacto de silencio para que no se sepan sus nombres. No quieren que sean señalados.

Pese a esta negativa, sus compañeros se mantuvieron firmes. Sacarían adelante el comunicado bien con una firma unánime o con el nombre de cada uno de los integrantes de la mayoría que lo rubricarían. «Os quedáis solos», se les advirtió. La mayoría de los inicialmente contrarios se sumaron al plan. Entendieron que el comunicado era necesario.

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Pero el pulso continuó porque hubo un dirigente territorial que no daba su brazo a torcer. Su argumento era que no se podía poner al pie de los caballos a Rubiales. «Se resistió más, pero al final dijo 'vale. No estoy de acuerdo, pero firmo'». Era consciente de que si no rubricaba el documento quedaría señalado y con su posición en entredicho.

El segundo punto del orden del día reclama «una profunda e inminente reestructuración orgánica en cargos estratégicos de la Federación». El comunicado es muy claro: los más cercanos a Rubiales deben irse. Y para ser elegantes, no dieron nombres. Pero esto apunta directamente a Andreu Camps, secretario general; y Tomás González Cueto, asesor jurídico, el núcleo duro de Rubiales y quienes han diseñado su estrategia de resistencia al frente de la Federación.

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El futuro del seleccionador femenino, Jorge Vilda, no se trató. Rocha lo analizará en la reunión de junta directiva que convocara la próxima semana. Hay mucha presión para que sea cesado y todo apunta en esa dirección.

El cuarto punto del orden del día reclamaba retirar «de inmediato» la carta de Rubiales a la UEFA en la que denunciaba injerencias del Gobierno en la Federación. El caso podría acabar con los clubes y la selecciones españolas apartadas de las competiciones. La UEFA no ha hecho caso, pero Rocha llamó a la cumbre a Camps para que diera explicaciones y por si acaso le ordenó retirar la misiva.

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Camps admitió haberla remitido, pero se justificó en que lo hizo por una orden de Rubiales, que intentó paralizar su salida de la FEF con una grave amenaza al fútbol español.

Con todas las cartas boca arriba, los barones de las territoriales llamaron a los miembros del departamento de Prensa para dar forma al comunicado en el que daban la espalda a Rubiales.

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