Arabia Saudí obliga al Liverpool a reconstruir su proyecto

La temporada pasada supuso el fin de una etapa en el proyecto del Liverpool. Tras un año 21-22 en el que los de Klopp alcanzaron tres finales (ganaron dos) y fueron virtuales campeones de la Premier durante varios minutos de la última jornada, el equipo red firmó una campaña decepcionante y quedaron fuera de la Champions por primera vez en los últimos seis años.

Otros equipos hubieran perdido la confianza en su entrenador, y habrían querido iniciar un nuevo proyecto con otra persona a los mandos. No obstante, el Liverpool volvió a dar una lección a sus rivales, demostrando que sus éxitos recientes tienen que ver con la inteligencia y la mesura con la que el club ha sido gestionado en la última década. Decidieron iniciar una nueva etapa, pero en la que el técnico alemán siguiera siendo la figura de referencia. Quizás el buen final de temporada tuvo que ver (11 partidos sin perder en Premier), porque Klopp demostró ser capaz de alterar su libreto para que su equipo volviera a ser competitivo.

Los motivos de la mala campaña del Liverpool son variados, pero no cabe duda que el bajón de los jugadores del medio campo fue decisivo. Las lesiones y la acumulación de partidos condicionaron a futbolistas como Fabinho, Henderson o Thiago, y el valiente fútbol de Klopp se tornó suicida cuando sus centrocampistas no eran capaces de sostener la presión alta de su equipo y evitar las transiciones rivales.

Como parte de la reestructuración, salieron jugadores que han sido fundamentales a las órdenes de Klopp como Milner o Firmino, además de otros como Keita y Oxlade-Chamberlain. Llegaron en su lugar dos centrocampistas, el campeón del mundo Alexis McAllister, tras su brillante temporada en el Brighton y el joven húngaro Dominic Szoboszlai. Klopp confiaba, además, en poder recuperar el mejor nivel de su vieja guardia, especialmente en el caso de Fabinho y el capitán Jordan Henderson.

Sin embargo, todos los planes del Liverpool se han ido al traste con la irrupción de Arabia Saudí. La inyección económica del país árabe a sus clubes ha supuesto un auténtico terremoto en el fútbol europeo, y cada día crecen los rumores sobre otros jugadores que parecen cerca de aterrizar en una liga que ya cuenta con estrellas como Cristiano, Benzema o Kanté. Dos de estos futbolistas son Fabinho y Henderson, que parecen tener las horas contadas en el Liverpool tras recibir dos ofertas mareantes del Al Ittihad y el Al Ettifaq respectivamente. Henderson dudó, pero el salario ofrecido (el triple de lo que cobra en Inglaterra) y la influencia de Steven Gerrard, nuevo entrenador del conjunto árabe, ha sido clave para su decisión. El brasileño, por su parte, formará junto a Kanté un medio campo temible e ingresará unos 25 millones por campaña. Estas salidas dejan el medio campo del Liverpool en un estado preocupante.

Aunque los interiores parecen cubiertos con Thiago, Curtis Jones y los dos fichajes, la posición de pivote ha quedado seriamente comprometida. Klopp cuenta tan solo con el joven Bajcetic, en un puesto importante en cualquier equipo pero fundamental en el juego del técnico alemán. Los éxitos del Liverpool no pueden entenderse sin la figura de Fabinho, un futbolista inteligente como pocos y con una habilidad innata para estar siempre bien situado. Lo mismo podría decirse de Henderson, un interior de mucho trabajo y recorrido, que se adapta a la perfección al vertiginoso fútbol de su entrenador. Influye, además, el factor emocional; Henderson ha sido el gran capitán del Liverpool de Klopp y Fabinho uno de los grandes referentes del vestuario.

A menos de un mes de comenzar la Premier, el conjunto red debe ponerse manos a la obra para paliar sus bajas. Uno o dos futbolistas deben aterrizar en Liverpool, si los de Klopp quieren aspirar a volver a jugar la Liga de Campeones. La Europa League es otra vía para alcanzar ese objetivo, pero el esfuerzo físico que implica jugar los jueves requiere de una plantilla larga y competitiva. La venta de ambos futbolistas puede dejar una cifra cercana a los 60 millones en las arcas del Liverpool, una cantidad que deberán reinvertir con inteligencia. Sustituir a dos jugadores indispensables durante tantos años siempre es una tarea complicada. De la habilidad de los dirigentes del club inglés para encontrar a los futbolistas adecuados dependerán gran parte de las aspiraciones del Liverpool para volver a ser un equipo temido en Inglaterra y en Europa.

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