Álvaro Djaló ya sabe lo que es marcar en San Mamés

No comenzó cómodo el combinado local en el partido. La Uruguay de Marcelo Bielsa, que regresaba a Bilbao, dominó sin demasiados apuros a pesar de las rotaciones. Que también las había en la Euskal Selekzioa a tenor de la convocatoria realizada por Jagoba Arrasate, en la que además de los internacionales españoles se echaron en falta, entre otros, a jugadores importantes del Athletic. Un tímido disparo de Adu Ares que atrapó fácil Franco Israel y un chut desviado de Agustín Canobbio fueron la carta de presentación de ambos equipos. Bruno Méndez para los charrúas y el jugador del Girona, bilbaíno de nacimiento, Iván Martín se asomaron a las porterías rivales sin acierto. Hubo también un tanto anulado en cada bando. Más justo fue el de Luciano Rodríguez que el de Álex Sola.

Cuando la primera mitad enfilaba los vestuarios apareció Djaló, el jugador más desequilibrante del encuentro y centro de todas las miradas. El nuevo fichaje del Athletic no pudo tener una mejor carta de presentación con muchos de los que serán sus nuevos aficionados. Gorosabel, que puede ser su compañero al estar en la órbita del conjunto rojiblanco, envió al corazón del área. Entonces brotó la calidad del todavía delantero del Sporting de Braga, protagonista en la acción del gol anulado de Sola. Con un sutil movimiento se zafó de Nicolás Marichal y Méndez y luego fusiló sin piedad a Israel para cantar su primer gol en La Catedral, donde espera conseguir muchos más.

Fue Djaló el principal atractivo de una grada que coreó su nombre en numerosas ocasiones. Entre los 35.461 espectadores hubo, lógicamente, mayoría rojiblanca. También Julen Agirrezabala recibió cánticos. Actuó en punta el ariete formado en el San Miguel de Basauri y Begoña con su primo Adu Ares pegado a banda. Tras la reanudación Arrasate dio entrada a Asier Villalibre en el luugar del extremo rojiblanco y Djaló, que luego se retiraría con los gemelos cargados, pasó a la banda izquierda.

Junto al 'Búfalo' saltaron otros cinco relevos: Aitor, Roberto Torres, Dani García, Moncayola y Zárraga. No les dio tiempo a ninguno a sudar cuando Matías Vecino puso las tablas en el luminoso. Guillermo Varela mandó la pelota al área y Aritz Elustondo, libre de toda marca, falló en el despeje. El balón le cayó al capitán, que la mandó a la cazuela.

Pudo volver a ponerse por delante la Euskal Selekzioa con ocasiones de Villalibre y Zárraga, que regresaba a Bilbao tras su marcha al Udinese. Mucho más cerca estuvo Uruguay, undécima en el ranking FIFA, de remontar el partido. Un servicio de Nahitan Nández, uno de los cambios de Marcelo Bielsa, lo mandó al palo Rodríguez.

Por cierto, hubo polémica con las sustituciones. Para el extrenador del Athletic, que regresaba al que fue su estadio con ovación, no existe la palabra amistoso y protestó a De Burgos Bengoetxea el, a su juicio, excesivo número de cambios que Arrasate llevó a cabo. Manifestó su enfado al inicio de la segunda mitad y sobre todo cuando el técnico de Osasuna realizó un triple relevo -Olasagasti, Aguirregabiria, Urko González- a falta de un cuarto de hora. «Que hagan lo que quieran», manifestó Bielsa antes de volver a sentarse en su inseparable nevera. Además, Canobbio y Dani García también tuvieron un enganchón y les tuvieron que separar sus compañeros.