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A.V.
Martes, 28 de mayo 2024, 07:29
El pasado sábado la Ertzaintza tuvo que intervenir en el partido que enfrentaba a los juveniles del Real Unión y el CD Urki en Usurbil. Parte de los aficionados invadieron el campo a escasos minutos del pitido final, cuando ambos equipos luchaban por el ascenso ... a la Liga Vasca juvenil.
El CD Urki, que jugaba con diez, ganaba 0-2 hasta que a falta de quince minutos el Real Unión recortó distancias y empató tras una falta al borde del área en el minuto 94. En ese momento, ya estaban desplegados varois agentes de la Ertzaintza en las instalaciones, pues la temperatura iba en ascenso en la grada. Alrededor de medio centenar de jóvenes, la mayoría hinchas del Real Unión, invadieron el terreno de juego y los árbitros decidieron , junto al resto de equipos y directivos, suspender el encuentro. No hubo detenidos. La Ertzaintza constató que algunos de esos jóvenes se habían pasado con el alcohol antes del inicio del partido en los exteriores de las instalaciones.
El Real Unión y el CD Urki condenaron este lunes los «incidentes». Según trasladó el club fronterizo en un comunicado, lo ocurrido en Usurbil «no representa de ninguna manera los valores de nuestro club». También salió al paso el presidente del CD Urki, Txus Anzaga, quien señaló que «como no podía ser de otra forma condenamos cualquier comportamiento incívico que pueda producirse dentro y fuera de los terrenos de juego».
El Real Unión llama «a la reflexión a todas las personas que estuvimos allí y a las que defendemos este deporte para acabar con cualquier tipo de violencia dentro y fuera de los terrenos de juego. Todos tenemos parte de responsabilidad para que esto no vuelva a ocurrir».
Según denuncian personas presentes en ese partido, los insultos y comportamientos incívicos no se reducen exclusivamente a los jóvenes -algunos menores- sino también a los adultos, una deriva que tiene en jaque a la federación guipuzcoana. Su presidente Manu Díaz encabeza una directiva implicada en eliminar toda violencia de los campos de fútbol.
El desenlace de la final por el ascenso a la Liga Vasca juvenil se conocerá a puerta cerrada. Quedan segundos del tiempo reglamentario y la prórroga. Será entre semana, posiblemente este miércoles en campo sin público. Es la decisión tomada por la Federación Guipuzcoana de Fútbol (FGF) después de tener que suspender por invasión de campo por parte de aficionados el partido entre el Real Unión y el CD Urki que se jugó el sábado por la tarde en el campo Harane de Usurbil y que obligó a la Ertzaintza a actuar para desalojar las instalaciones. «La respuesta de los clubes fue estupenda y con eso me quiero quedar», subraya el presidente del ente federativo, Manu Díaz. «Ellos -en alusión a los jugadores y entrenadores- saben que vamos a ser inflexibles con cualquier comportamiento no deportivo y por eso se agradece su reacción».
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