Las águilas remontan el vuelo

Los malos resultados llevaron a su presidente, Luís Filipe Vieira, a una jugada desesperada: formar una plantilla repleta de veteranos y salarios desorbitados, algo totalmente alejado de la idiosincrasia del club. La apuesta fue un rotundo fracaso y tuvo su reflejo en las urnas. En octubre de 2021, el exjugador Rui Costa ganó las elecciones, con la tarea de reformar el club. Y vaya si lo ha hecho. Costa comenzó devolviendo a escena a Lourenço Coelho, que fue director general durante varias temporadas antes de quedar en un segundo plano. La revolución de Coelho y Costa ha afectado a todos los estamentos del club, desde el departamento de comunicación, pasando por los servicios médicos hasta la propia captación y configuración de la plantilla, recortando en 12 millones el gasto. La apuesta por el entrenador también ha sido arriesgada. Durante muchos años, el Benfica solo contrató a entrenadores portugueses, por lo que la llegada de un alemán como Roger Schmidt este verano fue sorprendente.

Tras un periplo en los Países Bajos, donde realizó dos buenas campañas con el PSV, el entrenador germano aterrizó en Lisboa y la transformación del equipo ha sido radical. De los 20 partidos disputados hasta la fecha en Liga, Copa y Champions ha ganado 16 y ha empatado los restantes, es decir, todavía no ha perdido un solo encuentro, algo de lo que solo Nápoles y PSG pueden presumir en las grandes ligas europeas. Una trayectoriainmaculada que le ha permitido aventajar ya en seis puntos al Oporto, aunque es en la Champions donde su rendimiento ha asombrado. Superó de forma contundente las dos rondas previas y, a pesar de quedar encuadrado en un grupo durísimo, donde el PSG y la Juventus eran los favoritos, ya está clasificado para octavos con un partido todavíapor jugarse. Empató los dos duelos contra los franceses, dejando muy buenas sensaciones y eclipsando por momentos al letal tridente parisino, cosa de la que nadie ha sido capaz hasta la fecha. Ante la Juventus, ganó en Turín por 2-1 y confirmó su pase el martes tras volver a imponerse a los italianos por 4-3 en Da Luz con un juego vibrante.

Amén de su entrenador, son varios los nombres propios que destacan en este Benfica. Su portero, Vlachodimos, se está confirmando como uno de los grandes guardametas del continente. Arriba, destaca el joven canterano Gonçalo Ramos, y Rafa Silva, probablemente el jugador más decisivo del equipo, internacional con Portugal desde hace varios años. Todos ellos, no obstante, ya estaban en el club lisboeta la temporada pasada. La diferencia la han marcado dos recién llegados. El primero es Antonio Silva, un central de apenas 18 años, que ha debutado en la élite esta temporada, pero juega con la soltura de un veterano. El segundo llegó desde Argentina y tiene madera para convertirse en uno de los mejores medios centros del mundo. Enzo Fernández jugaba en la cantera de River Plate cuando el Marcelo Gallardo se fijó en él. Dos temporadas a las órdenes del Muñeco sirvieron a Enzo para dar el salto a Europa. Lo ha hecho, además, de forma inteligente, a un club como el Benfica, con gran conexión con el mercado sudamericano y que apuesta por la juventud. Apenas tres meses le han bastado para consolidarse como uno de los mejores futbolistas jóvenes de Europa y los grandes clubes del continente ya se disputan su contratación. Con todos estos mimbres las águilas vuelven a volar alto.