Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El marchador catalán Jordi Llopart ha fallecido este miércoles a los 68 años tras sufrir un infarto. Llopart forma parte de ese imaginario del deporte nacional, ese grupo de pioneros donde aparecen leyendas como Severiano Ballesteros, Manolo Santana, Bahamontes, Ángel Nieto o Paco Fernández ... Ochoa, entre otros. A él le correspondió el honor de abrir una puerta que hasta 1980 había permanecido sellada para el atletismo española, la de subir a un podio olímpico con una especialidad que desde su plata sería sinónimo de éxito seguro en los grandes campeonatos.
Nacido en 1952 en El Prat de Llobregat (Barcelona), compitió en tres ediciones de los Juegos Olímpicos: Moscú'80, Los Ángeles'84 y Seúl'88. Es además asistente técnico sanitario, diplomado en Turismo y cursó estudios de oficial de Artes Gráficas. Pero su pasión fue el atletismo. Siempre militó en el Grupo Cultural Deportivo La Seda y su entrenador fue su padre, Moises Llopart, exceptuando las dos etapas en las que lo dirigió en México el polaco Jerzy Hausleberg.
En Moscú, en los Juegos del osito Misha, del boicot de Estados Unidos y sus países aliados, Llopart vivió su momento de gloria y celebró su segunda plaza en los 50 kilómetros marcha por detrás del alemán Hartwig Gauder. Pero no fue su único ni su primer logro histórico, porque también conquistó la primera medalla de oro española en un Europeo, en Praga (1978).
Su carrera deportiva fue mucho más prolongada, pero una dolencia crónica de riñón le impidió conseguir mayores logros. Séptimo en los Juegos de Los Ángeles (1984) y duodécimo en los de Seúl (1988), siempre en 50 kilómetros, se retiró en 1990 para después dedicarse a entrenar. De hecho, su pupilo Daniel Plaza fue campeón de los 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos de Barcelona (1992).
Sus siguientes años siempre estuvieron relacionados con el mundo de la marcha, bien en España o en México. Allí trabajó durante cuatro años como asesor técnico de marcha. Pero después de haber llevado a los Juegos de Londres a los hermanos Isaac y Ever Palma, en 2012 vio como el Gobierno mexicano le rescindió el contrato. Y en ese punto, arrancaron los problemas y el olvido mediático que vivió este mito del atletismo en los últimos años.
En 2014, Llopart explicó a EL CORREO que sobrevivía con los 426 euros del desempleo porque «cuando decidí regresar a casa me di cuenta que todas las puertas que tocaba se me cerraban. No había trabajo y después de casi dos años la cosa cada vez pinta peor, y claro, te agobias y sufres incluso una depresión. Pero tengo claro que no me voy a rendir», explicaba el marchador, padre de una niña que ahora tiene 10 años y otra de 6.
A finales de 2018, Llopart formó parte del homenaje del Comité Olímpico a los deportistas de los Juegos de 1980. Allí contó que ya estaba jubilado y que las cosas no habían mejorado demasiado a nivel económico, ya que este mito de la marcha tenía que sobrevivir con una pensión mensual de 746 euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.