«Lo más difícil es entrenar sin saber cuándo volveremos a jugar»

Si se confirmara el cierre del pabellón, el Bilbao Basket engrosará la extensa nómina de franquicias paradas por causa de fuerza mayor. La suspensión temporal de la Liga Endesa es para sus intereses deportivos una lástima porque pone freno a la que estaba siendo la tercera mejor temporada de su historia en ACB en un año en el que regresaba del infierno de la LEB. «Lo peor o lo más complicado es que tienes que convencerles de seguir entrenando sin saber cuándo vamos a volver a jugar porque se trata de una situación incontrolable», comenta a este periódico Álex Mumbrú sobre el día a día con sus jugadores.

Llegado el caso de carecer de recinto deportivo en el que trabajar se impondrá una autocuarentena, que es lo que se aconseja hacer al resto de la población. En el caso de los jugadores se llevan deberes a casa para intentar en la medida de lo posible mantener su tono físico mientras dure su inactividad competitiva. Mumbrú aboga porque «extremen las medidas recomendadas para que nadie contraiga el virus» lo que daría pie, además de los problemas de salud, a una posible ampliación de la inactividad.

Por buscarle alguna pincelada positiva a esta situación, cabía la esperanza de seguir entrenando y adecuando a Haws y Serron, los últimos en llegar, a la dinámica del equipo. Ya no será posible. «Los nuevos estaban casi metidos y el equipo vivía un momento dulce. Al tratarse de un tema global todos sabían de qué iba este asunto y nosotros trabajábamos conforme a los protocolos de cualquier trabajador normal».

Las oficinas del club han sido cerradas al público, que será atendido telemáticamente. Y también como precaución y adelantándose a la que se barrunta como próxima imposición del cierre de los recintos hosteleros, su bar Pick&Roll permanecerá cerrado desde hoy.

El Lointek Gernika ha suspendido todas las actividades deportivas hasta nueva orden. Desde el primer equipo hasta los de cantera porque no se pueden utilizar las instalaciones municipales y el polideportivo de Maloste lo es. No habrá entrenamientos ni partidos hasta que se tomen nuevas medidas por parte de las instituciones corroboraron ayer desde el club de la villa foral. La directiva de la entidad vizcaína se reunió el jueves con la plantilla de la escuadra de Liga Femenina para explicarles la situación y dio permiso a las jugadoras para que la que quisiera pudiera marcharse a casa. En el caso de que consiga reconducirse el panorama y se reanudara el campeonato se les llamaría con tiempo. Muchas de ellas han decidido volver a sus lugares de origen.

Los esfuerzos de la directiva en estos momentos están centrados en ver cómo aborda los contratos de la plantilla de forma individualizada porque la situación en la que se ha parado la competición es extraordinaria. Los acuerdos están firmados hasta final de la temporada -principios de mayo- y el parón de dos semanas decretado por la Federación Española puede hacer que se prolonguen en el caso de que el torneo vuelva a reanudarse.

El Lointek Gernika tiene asegurado jugar el play-off por el título una vez finalizada la campaña regular, para lo que restan cuatro encuentros. También se enfrenta al problema de jugadoras como Blake Dietrick, que ya ha firmado para próxima temporada con los Atlanta Dream de la WNBA, y a la que le podrían echar encima las fechas si se vuelve a competir con el Lointek.

El ciclismo necesita el aire libre, que es por donde campa a sus anchas el virus. Los corredores del Euskaltel-Euskadi se han quedado sin carreras. Sin metas. Todos los planes de preparación han sido tachados. «Los que iban a disputar la Itzulia (del 6 al 11 de abril) ya tenían el punto de forma. Ahora han tenido que parar y dejar de hacer sesiones de calidad», explican desde el equipo naranja. Jorge Azanza, su director, les ha rebajado el nivel de entrenamiento. «Como mucho ruedan tres horas y si alguno tiene que hacer más, que lo haga en casa con el rodillo». Y algo más: «Que salgan a entrenarse solos y que no paren ni a echar un café». Miedo al contagio.

La escuadra naranja tiene un acuerdo con los rodillos Oreka, que permiten a los corredores, cada uno desde su casa, compartir entrenamientos con sus compañeros a través de un programa informático. «Pero parte del material viene de China y está bloqueado por el coronavirus», lamenta. La epidemia tiene el brazo muy largo. Tanto que llega hasta Sudáfrica, donde uno de los corredores del Euskaltel-Euskadi, Gotzon Martín, iba a disputar la Cape Epic, una carrera de mountain bien. Ha renunciado.

Por su parte, el presidente de la Fundación Euskadi y líder del Bahrain-McLaren, Mikel Landa, aprovecha estos días para rodar tranquilo y solo, y así recuperarse de la fractura de costilla que sufrió cuando fue atropellado a finales de febrero.

El pasado fin de semana los médicos de las empresas de pelota ya activaron un protocolo a desarrollar por parte de los pelotaris en el mismo frontón antes y durante el transcurso de los partidos, y recomendaron que no se dieran la mano ni en el tradicional saludo con los jueces antes del inicio de la contienda, y que cada uno tomara agua de su botella sin compartirla. A lo largo de los últimos días los profesionales también han recibido un correo electrónico otros parámetros destinados esta vez a los entrenamientos, tanto físicos como técnicos, que realizan de cara a no perder la forma.

En el caso de Baiko Pilota tiene centralizadas sus sesiones con un preparador en Beasain y Bilbao en la que distribuye a toda su plantilla. A partir de ahora se reducirá el número de integrantes y se pasará de unos doce a cuatro en cada sesión a la hora de trabajar diferentes aspectos, mientras que se ha recomendado a los pelotaris que los ejercicios que realizan en el gimnasio los hagan en solitario.

Aspe no cuenta con la misma estructura a la hora de la preparación, y la problemática en ese sentido disminuye. Los integrantes de su plantilla se ejercitan con distintos preparadores físicos, muchos de ellos cercanos a sus lugares de residencia, por lo que los grupos son bastante más reducidos. Hay casos en los que los propios entrenadores se desplazan hasta la localidad de los pelotaris y, cuando no pueden hacerlo, se ponen en contacto con ellos para marcarles la tabla de ejercicios a realizar cada jornada.

En el caso de las sesiones técnicas en el frontón ambas promotoras han tomado la misma decisión de reducir el número de pelotaris en cada una de ellas y ceñirse a cuatro junto con uno de los técnicos. El problema que se están encontrando es que muchos de los frontones son municipales y han cerrado sus puertas.

Ayer mismo, a las 20 horas, el Zubileta Evolution Zuazo debía disputar la semifinal de la Copa de Euskadi en Ermua a puerta cerrada, encuentro que fue suspendido un día antes por la Federación Vasca de balonmano. En principio iban a jugar sin haber entrenado en la jornada previa, el jueves, después de ver cómo los colegios iban a cerrar sus puertas en todo Euskadi. «Era un sin sentido que los niños no fuera a clase pero sí a los entrenamientos, y se decidió parar toda la actividad del club», relata Joseba Rodríguez 'Jaíto', técnico del conjunto senior.

Precisamente a ellas todo esto les pilla en pleno parón por la disputa del Preolímpico, torneo que iba a celebrarse en Llíria (Valencia) del 20 al 22 de marzo, pero ayer mismo fue aplazado hasta junio. La liga no se reanudará hasta el 4 de abril, como ya estaba marcado en el calendario. «Teníamos previsto hasta esa fecha aprovechar para hacer una mini pretemporada que nos pusiera las pilas porque lo que viene en abril, si todo discurre con normalidad, va a ser un final duro».

'Jaíto' reconoce que la celeridad de los acontecimientos les ha pillado «sin un plan B activado», el que diseñarán a lo largo del fin de semana. «No va a ser fácil el trabajo físico, pero plantearemos ejercicios para poder hacer en casa, para estar lo menos sedentarias posibles y que cuando volvamos a reengancharnos a los entrenamientos se note lo menos posible este parón».