El deporte, otra víctima de la guerra

La invasión y los bombardeos comenzaron a primera hora de la mañana, y poco después la dirección de la liga ucraniana de fútbol anunció la suspensión del campeonato hasta nueva orden. La declaración de la ley marcial convierte a todos los civiles en militares, por lo que los deportistas pueden ser movilizados en cualquier momento y puestos bajo un mando militar. La incertidumbre es total y los torneos internacionales de clubes y selecciones también están afectados por la guerra. La UEFA emitió un comunicado en el que condenó «enérgicamente la invasión rusa» y tendió su mano al «pueblo de Ucrania». El organismo presidido por Aleksander Ceferin celebrará una reunión extraordinaria en la que podría retirar la organización de la final de la Champions a San Petersburgo prevista para el 28 de mayo en el Gazprom Arena. Medios británicos lo dan casi por hecho y hablan de tres alternativas, una de ellas Wembley, a pesar de que el gigante petrolero ruso es uno de los patrocinadores más importantes de la asociación que gobierna el fútbol continental.

A finales de marzo, 12 selecciones jugarán la repesca para el Mundial de Catar y una de ellas es Rusia, que se enfrenta a Polonia. Varsovia ya ha pedido el cambio de sede porque no quiere jugar en territorio ruso, una iniciativa que secundan sus posibles rivales en la ronda final Suecia y Chequia. También está Ucrania, que se mide a Escocia, y la FIFA está en un mar de dudas porque los ucranianos estarán sin fútbol bastante tiempo. El caso es que varias competiciones internacionales tienen importantes socios comerciales rusos. Habrá que ver por dónde tiran y qué hacen en la actual coyuntura.

Hay mucho dinero ruso en la UEFA, Fórmula Uno, baloncesto, voleibol, balonmano... Tres equipos como CSKA, Zénit y UNICS Kazan compiten en la Euroliga, que ayer se declaró «observadora» y mantuvo el esquema de los partidos. Horas después tuvo que dar por suspendidos los tres choques en los que participaban clubes rusos, entre ellos el Baskonia- UNICS Además, el Zalgiris lituano anunció que no piensa competir en pabellones de Rusia.

También está prevista la celebración del Europeo de voleibol masculino en nueve ciudades rusas. La Federación internacional, que se declaró apolítica, avanzó que sería complicado cambiar de sede. Y en el calendario de la F1 aparece el GP de Sochi, con Mazepin y Haas de anfitriones. El aleman Sebastian Vettel anunció que no correrá allí. La guerra puede cambiarlo todo... o no.