Los datos de 2019 de la Academia Nacional de Medicina desvelan que 120 personas fallecieron como consecuencia de fallos cardiacos durante la práctica deportiva, una cifra que, pese a que pueda parecer muy baja con respecto al total de practicantes habituales del deporte —0,08%—, ... es lo suficientemente significativa como para prestarle atención, sobre todo si descendemos la pirámide y analizamos los datos de atletas a los que se les detecta algún tipo de cardiopatía durante una prueba de esfuerzo.
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En los más de 5.000 reconocimientos médico-deportivos que se realizan anualmente en el Centro de Medicina del Deporte de la Asociación de Federaciones Deportivas de Bizkaia —Asfedebi— el 14% relata antecedentes familiares cardiovasculares, un 28% fueron diagnosticados de hipertensión arterial y el 3,2% de los que realizaron pruebas de esfuerzo maximales ofrecieron problemas cardiovasculares durante la misma. Cifras que evidencian la necesidad de trabajar en la prevención para que la población pueda realizar actividad física de una manera saludable.
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CARLOS NIETO GARCÍA
El aumento de la práctica deportiva tras la pandemia ha sido enorme en todas las franjas de la población, y también son cada vez más masivos los eventos deportivos, habiéndose popularizado mucho algunas pruebas muy exigentes como maratones y trails de montaña, o actividades muy intensas como el HIIT o el Crossfit dentro del mundo del fitness, pruebas que someten al organismo a esfuerzos muy intensos y que requieren de un gran estado de forma y de salud.
La comunidad médica es una unánime en su doctrina de recomendar la realización de un reconocimiento médico deportivo con prueba de esfuerzo maximal a toda persona que realice actividad física periódica o bien se inicie en la misma, y considera obligatorio que así sea a partir de los 35 años. En la mayoría de los países de la Unión Europea la participación en pruebas de fondo y ultrafondo exige de la realización de una prueba de esfuerzo para poder inscribirse y, por supuesto, es obligatorio para obtener licencia federativa en cualquier modalidad deportiva.
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Practicar un deporte sin riesgo es uno de los deberes de toda la comunidad: administración, federaciones, clubes, …. pero también es una responsabilidad individual, y es imprescindible una prueba que realice el despistaje de todo tipo de cardiopatías pero también la prevención de lesiones y el conocimiento de los límites en los que se debe trabajar. Aspectos de análisis como el historial médico, el electrocardiograma, la composición corporal, la capacidad aeróbica, la nutrición y la técnica harán que podamos disfrutar del deporte minimizando riesgos, sabiendo cuáles nuestra capacidad para poder entrenarla sin lesionarnos y obteniendo un mejor conocimiento de nuestro cuerpo. El deporte y la actividad física deben ser pilares cada vez más firmes de nuestra sociedad y practicarlos minimizando el riesgo, un compromiso de todos.
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