Regresa el 'landismo' por las rutas del norte

Llega Mikel Landa a la meta en Granada, se para junto a la valla y se vuelca un botellín de agua sobre la cabeza. Nunca le gustó demasiado correr con calor, y las etapas andaluzas le han puesto a prueba. «Ha sido horroroso», dirá minutos después. «En el primer paso por Hazallanas iba temblando, me encontraba fatal, muy justito. Pero luego he visto a los demás igual». Resopla. Se quita el casco, sigue echándose agua sobre la cabeza descubierta y después se toma una bebida energética para reponer las sales. En más de un minuto no dice ni una palabra, solo respira hondo, está agotado del esfuerzo de la etapa.

Su siguiente imagen está tomada a 1.034 kilómetros de allí, junto al antiguo faro del Cabo Silleiro, cerca de Baiona, a orillas del Atlántico, con diez grados menos de temperatura. Un entrenamiento, mucho más suave que cualquier etapa, la parada para tomar un café por el camino, y el regreso al hotel con tarde libre. Ha viajado en avión desde el aeropuerto García Lorca de Granada hasta el de Peinador, en Vigo. Allí empieza este martes la segunda entrega de una Vuelta apasionante, por las montañas del norte. Se espera un tiempo mucho más suave, que a Mikel Landa le viene mucho mejor. El 'landismo' está de vuelta, si es que se fue alguna vez.

Aunque fue tercero en el Giro de 2022 y ganó la Vuelta a Burgos un año antes, Mikel Landa no levanta los brazos en la meta desde que ganó una etapa en la Tirreno-Adriático en 2018, pero sus fans siguen teniendo fe en una semana que puede ser fantástica y comienza con la etapa gallega entre Ponteareas y Baiona. La del miércoles es la jornada más suave de todas, pero la meta está a siete kilómetros del último puerto. Para el jueves, otro de los platos fuertes, con la ascensión final a Manzaneda, lo mismo que al día siguiente, en el que la etapa finaliza en Ancares, a 1.700 metros de altitud. El sábado, en el reino de León, la etapa finaliza en Villablino, en plena región del Bierzo, con la ascensión a Leitariegos, de primera categoría, 23 kilómetros de subida, no demasiado empinada, pero agotadora. El domingo llega la traca final de la segunda semana, con el final en el Cuitu Negru, en Pajares, de categoría especial.

El líder del Soudal se siente bien, suele crecerse con el paso de los días y se encuentra en una situación ideal en el quinto puesto y siempre entre los mejores. Si O'Connor claudica en los próximos días, Landa puede presentar su candidatura, aunque no será fácil. Primoz Roglic flaqueó el domingo pero, a pesar de todo, llegó con sus pares a la meta. Queda por saber si la espalda le seguirá martirizando; también quedan por ver las prestaciones de Richard Carapaz y Enric Mas. Pero el landismo es el landismo.

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