De izquierda a derecha, Joseba Beloki, Javier Guillén, Gorka Urtaran, Ramiro González y Juan Carlos Ramírez Escudero, en la presentación de la etapa alavesa de la Vuelta. Rafa Gutiérrez

Álava aspira a convertirse en «uno de los hogares» de la Vuelta a España

Las instituciones y la ronda ciclista abren la vía para mantener el paso de la prueba por el territorio en próximas ediciones

Martes, 13 de octubre 2020, 15:52

Será, el próximo martes 27 de octubre, la séptima etapa de la Vuelta a España. Salida desde Vitoria y llegada en Villanueva de Valdegovía después de 159,7 kilómetros y tras un doble paso por una cima mítica: el puerto de Orduña. La ronda ciclista vuelve a territorio alavés por vigésimo sexta ocasión en su larga historia. La primera incursión por estas tierras data nada menos que de 1956 y la cita se renueva en la edición que arranca el próximo día 20 en Irun. La Vuelta vendrá y se irá, pero hay un deseo firme de que retorne cuanto antes en próximas ediciones. «Espero que Álava se convierta en uno de los hogares de la Vuelta», aseguró el diputado general, Ramiro González, durante el acto de presentación de una etapa que reedita «un pasado común» entre el territorio alavés y la carrera. La intención es clara desde el Gobierno Foral. «No queremos que la presencia de la Vuelta en Álava sea un elemento puntual», manifestó el diputado general.

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El director de la prueba, Javier Guillén, recogía el guante ante la perspectiva futura de más itinerarios con lábel alavés. «Siempre que podamos, estaremos», subrayó. De un lado, la geografía alavesa muestra un mapa «que nos permite poder proponer diferentes recorridos» y también cuenta con un enclave perfecto en materia logística como Vitoria. «Nos hace muchísima falta una ciudad con esta calidad hotelera. No es fácil encontrar ciudades que tengan tanta capacidad de respuesta», elogió el timonel principal de la Vuelta.

De momento, la edición de la Vuelta a España en tiempos de pandemia llevará a cerca de 2.000 personas, entre corredores, asistentes de los equipos en liza y miembros de la organización, a pernoctar durante, al menos, dos noches en Vitoria y alrededores. No será un paso fugaz. Concluida la sexta etapa entre Biescas y el col del Tourmalet (25 de octubre), el conglomerado humano y organizativo de la ronda ciclista se trasladará hasta la capital alavesa. Parada y fonda para el pelotón, que cumplirá la jornada de descanso del 26 en Vitoria. «El apoyo que se le va a dar a la ciudad desde el punto de vista económico es relevante», remarcó el alcalde, Gorka Urtaran. En su opinión, la Vuelta reposará en una urbe «hecha para el deporte y la bicicleta, la más adecuada para acoger un acontecimiento deportivo como éste». El foco también reacaerá en la localidad de Villanueva de Valdegovía, punto de llegada de la séptima etapa. Su alcalde, Juan Carlos Ramírez Escudero, conoce bien lo que puede hacer por un pequeño enclave un plano general de televisión que lo convierta en escenario del paso de un pelotón ciclista. «Hace dos años, hubo un 20 % de turistas que se animaron a visitarnos tras ver las imágenes de la llegada de etapa de la Itzulia», recordó.

Disfrute desde casa

En cualquier caso, la temida segunda oleada del coronavirus va a convertir la Vuelta a España en una carrera sin el aliento presencial del público. Gorka Urtaran quiso incidir en el mensaje de contención dirigido al aficionado ciclista para que se eviten aglomeraciones en los escenarios principales de las carrera. «No es conveniente que vayamos a ver la salida (Mendizabala), teniendo en cuenta cuál es la situación sanitaria», aleccionó.

Así, la Vuelta tendrá que ser una experiencia televisiva por obligación para el seguidor ciclista, siempre dispuesto a buscar un repecho o una cuneta desde los que dar ánimo en directo a los corredores. El control absoluto de cada tramo del recorrido será un imposible, aunque ya está confirmado el cierre al público de las rampas de Arrate y Orduña, dos ascensiones muy esperadas y que se desarrollarán en la primera y séptima etapas, respectivamente. «Se ha tomado la decisión de que la Vuelta sea una carrera con público en casa. Pedimos a la gente que nos vea desde casa», insistió el director de la prueba. Javier Guillén reconoció que el Covid-19 mantiene a la organización de la Vuelta en un estado de alerta continuo. El Tour de Francia logró poner coto a los contagios, pero los últimos casos vividos en el Giro de Italia recuerdan la necesidad de no bajar la guardia. «No puedo negar que, ahora mismo, todo es Covid. En este momento, no hay ninguna limitación a que se celebre la Vuelta. Si en algún momento surge una incidencia» –alentó Guillén– «habrá que sortearla».

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