La Volta más colombiana descubre a Hodeg

Los Hodeg se afincaron en Córdoba, una región de costa sin tradición ciclista. Allí mandan el fútbol y el béisbol. El hijo de Hodeg creció y tuvo descendencia. Nació Álvaro. Al lado de casa había una escuela de tenis. A eso se dedicó el chaval, que era alto e inquieto. Le recetaron el deporte contra su hiperactividad. Iba para tenista, pero cuando su profesor dejó el cargo no le sustituyeron. Así que Álvaro se dio al fútbol. En eso estaba cuando otra carambola le cambió el destino. Un golpe torcido: se lesionó una rodilla y, como rehabilitación, le subieron a una bicicleta. La brújula apuntaba ya bien.

Álvaro era fuerte y hábil. «Soy un buen jinete», se define. Cierto. Aprendió a montar «en el corral, amarrando y marcando ganado». Un vaquero. De los que miran cara a cara. «No le tengo miedo a nada», asegura. Pronto saltó al rodeo del velódromo. Vueltas y codazos. Pelea con espolones. En el Mundial de Aguascalientes (México, 2014) era un recién llegado y logró el bronce. En Colombia comenzó a correr una cantinela: ‘Hay un costeño alto (1, 86 metros) y portentoso...». Ese sonido llegó hasta el técnico vizcaíno Josean Fernández, ‘Matxin’, que era ojeador del equipo Quick Step y que antes había descubierto a Gaviria, otro misil colombiano. Matxin no dudó: Hodeg era un elegido. Y recomendó el fichaje. Rentable de inmediato. Con el maillot del Quick Step, Hodeg ganó la semana pasada una clásica belga, Handzane, y ayer el sprint inicial de la Volta. Y lo hizo a lo grande, por aplastamiento. «Se lo dedico al equipo, a la familia y a Dios». A tantas carambolas.

En lo que no hay un componente de azar es en la eclosión del ciclismo colombiano. El país exporta talento. Ya no son sólo escaladores como Quintana. Gaviria, de apenas 24 años, y Hodeg, un crío, están hechos para el sprint y las clásicas. En la Volta hay 18 corredores de Colombia. Uno de ellos, Egan Bernal, de 21 años, viene de batir a Quintana en la carrera Oro y Paz, y en la Volta es ya el líder del Sky. Colombia es el futuro.

La ronda catalana es testigo. Partió ayer con los mejores equipos el mundo, con el estreno World Tour del Euskadi-Murias y con el Movistar como referencia:Valverde, Quintana y Soler tienen talla para pelear por la carrera. Aunque es Valverde el que manda. Hasta Quintana, tan alérgico a ceder galones, se inclina ante el murciano: «No me descarto para la general, pero Alejandro está ahora mejor». El equipo español controló esta primera jornada, con salida y meta en Calella y sin más cuesta que Collsacreu, de tercera categoría. Los fugados del día, entre ellos Ezquerra, Molina e Irizar, no tenían ninguna opción. El Movistar, el Astana y luego el Quick Step dijeron en alto que iba a haber sprint.

La Volta es tan montañosa que ahuyenta a los velocistas. Apenas hay. Es, pues, un buen escenario para los descubrimientos. Jungels y Morkov lanzaron a Hodeg en la larga recta de Calella. Fue como si esprintara solo. Así mostró en una carrera del UCI World Tour el apellido que un funcionario decidió por su cuenta hacer más colombiano.