La triple huella vasca en el Mundial de Zúrich

Las cotas de Kyburg (1,2 km al 12%), Binz (4,6 km al 4,5%), Zurichbergstrasse (1,1 km al 8%) y Witikon (2,3 km al 5,7%), jalonarán el recorrido y pondrán a prueba a un pelotón que tomará la salida a las 10.30 horas y que alcanzará la meta alrededor de las cinco de la tarde. Entre los vascos, se apunta a Pello Bilbao como uno de los candidatos a estar entre las medallas o cerca de ellas. El ciclista guerniqués, que tuvo que abandonar enfermo el Tour y no tomó la salida en la Vuelta, llega más fresco que muchos de sus oponentes, porque las carreras que ha disputado casi se pueden tomar como una preparación para la cita de Zurich. Después del Tour, regresó en la Vuelta a Polonia, en la que obtuvo un resultado discreto -trigésimoquinto-. Después tomó la salida en la Bretagne Classic, en la que fue decimonoveno.

En el Tour de Gran Bretaña acabó en el puesto 57 y luego voló a Canadá para disputar dos carreras, primero el Gran Premio de Quebec, que según sus propias palabras, no era un recorrido adecuado a sus características y, pese a todo, finalizó noveno, y el Gran Premio de Montreal, en el que terminó segundo por detrás del inalcanzable Tadej Pogacar. Ahí, Pello Bilbao ya dio muestras de que se encuentra de nuevo en gran forma. Asegura que no es su mejor momento de la temporada, que llegó justo antes del Tour, pero sí uno de los mejores.

En Montreal, en un circuito parecido al de Zurich con repechos agotadores, y después de que Pogacar lanzara uno de esos ataques inabordables para el resto del pelotón, Pello Bilbao tiró de veteranía, clase y piernas para relegar a sus acompañantes, entre ellos el batallador Julian Alaphilippe, y en las dos últimas vueltas repetir la maniobra de Pogacar y quedarse solo en su persecución. Durante esos últimos kilómetros, consiguió que el fenómeno esloveno no le ganara más tiempo e incluso bajar del minuto a los 24 segundos su desventaja en llegada.

Pello sueña con un desenlace similar en Zurich, como Mikel Landa, que sin victorias este año, ha tenido una campaña más que regular. Su peor clasificación en las carreras que ha disputado, con el paréntesis tras su caída en la Itzulia, ha sido el decimonoveno del Figueira Champions Classic en su estreno allá por el mes de febrero. Fue segundo en la Volta, décimo en el Dauphiné, quinto en el campeonato de España, la misma posición que en el Tour, donde además acudió de gregario de Remco Evenepoel. Por último, fue octavo en la Vuelta. Siempre en el grupo de cabeza, solo cuando se descolgó en la Herrera, camino de Maeztu, se le vio flojear. Ahí perdió sus posibilidades de terminar entre los cinco primeros. Será una de las bazas de Monparler para jugar al ataque en los momentos duros, dentro de la táctica de la selección española.

Alex Aranburu, que porta el maillot de campeón de España, después de una gran exhibición del Movistar en El Escorial, será otra de las piezas clave para mover la carrera en Zurich. Lleva dos victorias esta temporada, además de la clasificación por puntos de la Itzulia. Salvo sorpresa, el reciente fichaje del Cofidis, será uno de los ciclistas que se vayan sacrificando durante la carrera para hacer la vida más fácil a los líderes de la selección. Su mejor clasificación tras el Tour fue el segundo puesto, hace una semana, en el Grand Prix de Valonia, en el que ganó otro de sus compañeros en la lista para el Mundial, el corredor del Red Bull, Roger Adriá.

Las grandes. Abandonó enfermo el Tour y no tomó la salida en la Vuelta.

Objetivo. Candidato a luchar por medalla.

2º en el Gran Premio de Montreal este año por de trás de Tadej Pogacar.

Rendimiento. Ha completado una temporada muy regular.

Objetivo. Una de las bazas del seleccionador para jugar al ataque .

5º en el Tour, octavo en la Vuelta y décimo en el Dauphiné.

Trayectoria. Se impuso también en una etapa de la Vuelta a Bélgica

Objetivo. Se perfila como una pieza clave para mover la carrera.

1º Campeonato de España, después de una gran exhibición en El Escorial.