«Pogacar disfruta incluso cuando va sufriendo»

- Es usted ya un veterano, pero, ¿todavía siente ese cosquilleo los días previos al comienzo del Tour?

- Es que no es una carrera normal, ni importante. Es la más importante del año. Entonces, claro, siempre tienes esos nervios, esas ganas de que empiece ya.

- ¿Cómo está Tadej Pogacar?

- Bien, bien, está muy bien. Lógicamente está mejor que el año pasado porque después de la fractura de muñeca había dudas, echó en falta los días que perdió de entrenamiento, le faltaron cosas. Pero son circunstancias que realmente se afrontan en las carreras, con las caídas, ¿no? Quizás esta vez el que puede tener esa pequeña duda que tuvimos nosotros el año pasado sea Jonas [Vingegaard].

- Pero, sin embargo, si se presenta en el Tour será porque está convencido de que puede ganar, o al menos disputarlo.

- De eso no me cabe ninguna duda. Si hay algún momento de la temporada donde te tienes que esforzar, entrenar, sacrificarte más para llegar a objetivos es el Tour, y él seguro que lo ha hecho, Nosotros hubiésemos hecho lo mismo.

- Dice que Tadej Pogacar está bien. Por lo que se ha visto este año, la preparación ha sido la que estaba prevista desde el principio, sin sobresaltos.

- Sí, sí. No hemos tenido que modificar absolutamente nada.

- ¿Y el Giro no fue un inconveniente para llegar en el mejor estado al Tour?

- Creo que no. El año pasado no estaba previsto, porque entre una carrera y otra solo había tres semanas, pero este año, entre el Giro y el Tour hemos tenido casi cinco semanas. No ha habido desgaste porque las circunstancias han sido idóneas, el tiempo ha sido idóneo y el esfuerzo y el compromiso por ganar la carrera no se notarán en el Tour.

- En el Giro se le vio a Pogacar con un punto de madurez que tal vez no había tenido hasta ahora pese a su indiscutible poderío.

- Hombre, lógicamente se tuvo que esforzar, como siempre, pero no hizo esfuerzos de más. Mantuvimos el plan desde el primer día y excepto con la primera etapa, que sí queríamos agarrar aunque al final no ganó, se ha mantenido lo que estaba pensado desde el primer día. No estábamos obsesionados con el tema de mantener o no la maglia rosa, dependía de las circunstancias, pero se le pusieron de cara siempre y todo salió, dentro del plan estipulado, como teníamos pensado.

- Tal vez una de las cosas que más llaman la atención de Tadej Pogacar es que parece que disfruta sobre la bici, aun en la etapa más dura. ¿Es así?

- No, no es que parece, es que lo hace. Disfruta e incluso cuando va sufriendo. Le motiva porque es un sufrimiento para intentar luchar por la victoria y para él es siempre algo agradable. Es un sacrificio no doliente en el sentido de que la victoria le compensa.

- Y siendo, como es, un dominador absoluto en muchísimas carreras, no da la imagen de un dictador, no atemoriza a los demás ciclistas, como hacía Armstrong, por ejemplo.

- Respeta a los rivales y hace que le respeten a él. Es súper competitivo y eso no tiene ninguna duda, pero tampoco hay ninguna discusión en el respeto que tiene a los rivales para luchar por ganar.

- Con detalles como el que tuvo con Pellizzari, cuando le regaló las gafas y el maillot después de ganarle la etapa.

- Pues sí, pasó de ganarle la etapa a tener un detalle con él. O sea, la gente puede pensar que podría haberle dejado ganar para decir: «qué detalle más bonito». Son cosas que tiene un campeón como él. No solo se preocupa por él mismo sino también por lo que tiene alrededor.

- Seguro que han analizado en profundidad el recorrido del Tour, lo habrán desmenuzado en el UAE. ¿Hay muchas trampas?

- Sí, tiene muchas etapas importantísimas. Vitales, diría yo, y luego tiene etapas donde tenemos que intentar estar más tranquilos. La primera y la segunda son muy tensas, muy nerviosas. La tercera, quizás, es para no perder. Y luego la jornada del Macizo Central es muy importante. Las dos de las primeras, y sobre todo las tres últimas, quizás son las etapas más claves de la carrera.

- ¿Hay posibilidades de que la contrarreloj final sea decisiva?

- Sí, sí.

- ¿Podría pasar como en 1989 entre Lemond y Fignon?

- Es diferente, esta vez es mucho más dura.

- ¿La etapa en Troyes, con catorce tramos de tierra será una trampa?

- Son días donde casi, más que ganar, puedes perder. Entonces es importante estar, digamos, en la zona de confort para no arriesgar, porque son etapas en las que te pasa algo y nadie para; donde hay una situación de estrés máximo y donde hay una situación de continuo conflicto donde realmente se tiene que correr tal vez no para poder ganar y sí al menos, para no perder la carrera.

- Dice Vincenzo Nibali, que Pogacar le tendría que atacar desde el principio a Vingegaard, que no llegará al cien por cien.

- Esa es su opinión.

- ¿Qué creen en el UAE?

-Nosotros tenemos nuestro plan muy definido, muy claro, muy estudiado y además explicado en la reunión. Cada corredor sabe lo que tiene que hacer en cada momento.

-¿Habrá más rivales además de Jonas Vingegaard?

- Sí, sin duda. Hay que tener en cuenta que Primoz Roglic es un rival muy importante, viene de ganar ahora mismo el Dauphiné. Y como no, Remco Evenepoel. Es un ciclista que aguanta perfectamente la montaña y que logra hacer unas contrarrelojes brutales. Entonces, claro que esos tres son los rivales más importantes, los podríamos poner en un escalón por encima de Carlos Rodríguez, de Enric Mas, de Jorgenson, de Vlasov, de Landa, de Carapaz, no sé, de Kuss, hay tantos… Simon Yates.

- Juan Ayuso es una de las promesas del ciclismo español. ¿Cuál será su papel?

-Juan es muy ambicioso, y quiere ganarlo todo. Nos pidió correr el Tour y no le puedes decir que no a alguien de su calidad y sus cualidades. Le dijimos que sí, pero teniendo muy claro que va a trabajar para Pogacar, que es el líder del equipo. Pero va a ser un ganador. Cuando planteas algo agresivo para ganar, no se echa para atrás. Lo convierte en ambición o en un objetivo.