El ciclista Julien Bernard ha protagonizado este viernes el momento más insólito en la primera contrarreloj del Tour de Francia. El francés estaba ascendido una pequeña cota cuando se ha visto sorprendido con cientos de aficionados que portaban una foto suya. En los fans estaban también su amigos. El corredor del Lidl-Trek se ha visto contagiado por al euforia de la afición y no ha dudado en chocar con las manos a los espectadores.
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Además, cuando los aficionados carecían de vallado, se han agolpado sobre el ciclista que, ha soltado un pie del pedal y ha saludado a los fans. Allí también estaba su mujer e hijo, a quienes ha dado un beso antes de seguir la marcha.
La imagen ha sorprendido a todos, ya que inusual que un ciclista haga esto en una contrarreloj. Sí ha pasado en las etapas en línea, cuando un corredor pasa por su vecindario. Es ahí cuando aprovecha para adelantarse al pelotón y saludar a los suyos.
Bernard ha acabado la contrarreloj en el puesto 61º, a más de tres minutos de Remco Evenepoel, vencedor de la etapa de este viernes.
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