La gran huella que Euskadi dejó en el Tour

Mientras en una parte de las instalaciones se celebraba el banquete de una boda, en la otra, bajo un cartel lleno de imágenes del Tour, los fotógrafos esperaban la llegada de las estrellas locales de la ronda gala. Cruce de generaciones. Sentados a la sombra aguardaban Gregorio San Miguel, líder de la Grande Boucle en 1968, y Aurelio González, rey de la montaña y ganador de una etapa en aquella misma edición. A su lado, exciclistas como Eulalio García, Luis Zubero y Agustín Elorriaga repasaban páginas de aquel ciclismo épico, hecho por tipos duros como Aurelio que se hicieron más duros aún cortando troncos en el monte. Como en tantas conversaciones de gente ya entrada en años, se compararon las edades. Aurelio y Gregorio tienen 82.

Pronto apareció el líder en ese apartado, el guipuzcoano Luis Otaño, que ya ha cumplido 89, y que corrió con Bahamontes. Sigue impecable. Llegó con otros dos ganadores de etapa en el Tour, Mikel Astarloza y Joxe Nazabal, el vencedor en Vitoria en 1977 frente a la fábrica que patrocinaba a su equipo, el KAS. En el Aitkeri le esperaba Román Knörr, representante de la familia que impulsó aquella inolvidable escuadra. A Nazabal le reclamaban los periodistas. «Estoy haciendo hoy más entrevistas que el día que gané», bromeaba.

La cita era un motivo de fiesta y también de recuerdo para los ausentes: estaban un nieto de Federico Ezkerra, el 'Águila del Galibier'; el hijo, Josu, y dos nietos de Jesús Loroño, otro rey de la montaña del Tour; Andoni, hermano de Ricardo y Javier Otxoa, vencedor en Hautacam, y Elva, una de las hijas de Txomin Perurena, también mejor escalador de la ronda gala y a quien llora el ciclismo vasco tras su reciente fallecimiento.

Induráin y el ciclismo de hoy

Cuando, presuroso, apareció Miguel Induráin, las cámaras y todos los asistentes se giraron hacia él. Cumplirá 59 años en pleno Tour y se le nota en forma. «¿Estáis cansados?», les soltó a los que esperaban sentados. Todos rieron. Y empezaron los abrazos y cruces de manos. Con su mecánico, Carlos Vidales. Con Julián Gorospe, ganador de una etapa en Saint-Étienne, y con dos vencedores en Alpe d'Huez, Fede Etxabe e Iban Mayo. Al grupo se sumaron Igor González de Galdeano, que fue líder en 2002 durante una semana, y un doble ganador de etapa, Miguel Mari Lasa, que ve, como todos, a «Vingegaard y Pogacar» como los grandes favoritos para la victoria en el Tour 2023.

Seguían presentándose ciclistas, como Ramontxu González Arrieta, que tanto ayudó a Induráin. A la fotografía aún le faltaba algo. Marino Lejarreta. Andaba atareado con la segunda jornada del 'Txuma', una de las grandes citas del calendario ciclista cadete. En cuanto llegó 'el Junco', todos posaron. Vencedores de etapa y líderes del Tour. A Induráin, que ganó el prólogo cuando la prueba francesa partió en 1992 desde San Sebastián, le preguntaron por el ciclismo de hoy: «Demasiado explosivo. Es lo que demanda la televisión. Echo de menos las contrarrelojs». Y así, puntuales como el navarro contra el 'crono', todos ocuparon su lugar en una mesa abarrotada de historia del ciclismo vasco.