A Sagan no se le olvida cómo ganar

La etapa iba de Aigle, sede de la Unión Ciclista Internacional, hasta Martigny a través de un valle empapado por el Ródano e invadido por viñedos. El recorrido era el del Mundial 2020, el que no pudo celebrarse allí por la pandemia y tuvo que ser trasladado a Ímola. El circuito incluía las subidas a Produit y Chamoson (3ª).

El Bora, al servicio de Sagan; el Ineos, que defendía al líder, Dennis, y el Bahrain, que buscaba el sprint con Colbrelli, se encargaron de arrinconar a los seis fugados: Suter, Boaro, Power, Conca, Ulissi y Arensman. Los bancales repletos de viñas que salen del reposo invernal vieron cómo se marchitaban los escapados y cómo se caía Javier Romo, que perdió 10 minutos.

Era día para el sprint mientras de los Alpes bajaban nubes para mojar la carretera. Más peligro. El Bahrain y el Bora acabaron luego con el intento de Cavagna, Cattaneo, Howson y Reichenbach. A Martigny había que llegar en grupo. Cerca, en la estación de esquí de Verbier, Contador se rebeló en 2009 contra Armstrong, entonces su compañero de equipo en el Astana, y comenzó a ganar aquel Tour. Pero ayer la etapa terminaba abajo, en la villa del anfiteatro. No era un escenario para escaladores, sino para gladiadores. El Bahrain condujo el sprint, pero se quedó cortó. Colbrelli tuvo que arrancar demasiado pronto. Sagan, viejo zorro, no le imitó. Aprovechó unos metros más su rebufo y le batió. Hoy a todos les espera la etapa 'reina'.