Rubén Pérez | Director deportivo del Euskaltel

«Podía haber llegado más lejos como corredor si hubiera sido más egoísta. Ahora les pido algo más»

– ¿Qué es lo que más le ha motivado para volver?

– La manera que tenemos de trabajar aquí es diferente. Somos como una familia, hay mucha confianza y sé que voy a estar respaldado por gente con los mismos pensamientos. Vamos a hacer entre todos una buena piña, trabajando en conjunto para volver a sacar esto a lo más alto posible.

– En el anuncio de su fichaje habló de «soñar en alto».

– Tengo la sensación de que hay intención de que el proyecto perdure. Eso ya nos permite soñar. Ojalá el equipo llegue otra vez a la élite mundial. Estamos en el momento de trabajar para hacer ese camino.

– Para seguir siendo invitado a carreras como La Vuelta o la Itzulia este próximo año tienen que acabar entre los 30 mejores equipos. ¿El proyecto seguirá adelante aunque no se consiga?

– Soy nuevo, pero veo apoyo del patronato y ganas de crecer, de que salgan chavales vascos. Creo que puede tener un transcurso largo, pero es solo mi percepción de recién llegado.

– ¿Solo acabaría conforme si el equipo acaba en ese top-30? Para ello hay que duplicar los 1.341,99 puntos de este año (puesto 39º).

– Ese es el objetivo. Hemos hecho unas líneas de trabajo y unos perfiles de cada corredor con objetivos bastante factibles. Pienso que si cada corredor cumple con lo que pensamos que es capaz de hacer estaríamos en esa puntuación. Todo lo que no sea estar ahí, tenemos que pensar que algo hemos hecho mal. Creemos que tenemos que conseguir 3.000 puntos para estar ahí, no creo que me equivoque mucho, y si todo sale como tenemos pensado, estaremos.

– Cuentan con nueve fichajes, varios de ellos extranjeros.

– Son corredores que nos pueden aportar mucho. Sobre todo David Dekker al sprint y Márton Dina en las subidas. Ahora estamos obligados siempre a estar en la pelea.No vale relajarse y esto hace que el equipo esté mucho más activo y competitivo todo el año.

– Por ahora, Nairo Quintana sigue sin equipo y parece que con ganas de correr. Si el equipo no arranca bien la temporada o surge algún contratiempo, ¿podría ser una opción?

– Lo bonito no sería tener a Nairo Quintana, sería coger a un chaval joven y crear un Nairo Quintana. Él ya ha hecho su carrera y no le veo en el Euskaltel. Pero sí que tenemos el objetivo de que, aunque nos lo quiten para el año siguiente, alguno de nuestros corredores apunte miras como Quintana. Nuestra línea de trabajo tiene que ser hacer corredores de verdad. Aunque luego se marchen, que la gente quiera venir porque se trabaja cómo se debe.

– En el Burgos competían mucho en Asia. ¿Es esa su idea para sumar más puntos?

– Sí, no nos queda otra que globalizarnos. Hemos pedido invitaciones al Tour de Qinghai Lake, Taiwán, Omán, Langkawi, Taihu Lake. Luego seguramente Turquía y Eslovenia. Al final son carreras de categoría 1.Pro o 2.Pro. En las que tenemos aquí cerca vienen 15 equipos World Tour y allí solo te van dos.Así es más factible. Pero sobre todo hay que ir con el equipo equilibrado a cada carrera y pensando qué corredor puede disputarla.

– ¿Buscar ese equilibrio significa quizás renunciar a traer el mejor equipo posible a la Itzulia?

– Tenemos que ser realistas.No podemos pedir una invitación a Cataluña o a la Itzulia y pretender no ser competitivos. Queremos ir allí, estar con los mejores y mostrar nuestra valía. Pero también es cierto que si queremos volver el año que viene, tenemos que estar entre los 30 mejores y no podemos descuidar donde realmente también podemos sumar muchos puntos. Ese equilibrio es complicado, pero por eso mismo tenemos 21 corredores.Queremos tenerles motivados, sacarles el 100%, tenerles un control e intentar aportar lo máximo.

– ¿Se descarta estar en La Vuelta con el sistema rotativo de invitaciones que parece que lleva la organización?

– Nosotros la hemos incluido en el calendario, pero sabemos que es complicado. Hasta que no nos salga la noticia, estaremos con esa ilusión.

– Miguel Madariaga e Igor González de Galdeano decían que querían un Euskaltel como usted. Ahora que está en ese lado, ¿cuál quiere usted?

– Recuerdo esa etapa muy bonita, pero ahora que tengo más experiencia creo que igual estaba un poco equivocado. Para ellos pues era bonito porque yo era un corredor siempre entregado al equipo, pero hoy en día hay que pensar mucho más en sí mismo. Si en aquel entonces yo hubiera sido más egoísta, hubiera podido llegar mucho más lejos. Era un corredor que me conformé con ser un corredor de equipo, siempre disponible y sacando el maillot adelante. Yo al corredor quiero pedirle lo mismo pero algo más para sacarle provecho al esfuerzo que se haga. En una Itzulia nos hará falta estar en la fuga, pero en otras hay que pensar en la victoria. Quiero intentar que los corredores den ese paso.

– ¿Los puntos han convertido el ciclismo en un deporte mucho más egoísta?

– Es que no te queda otra. Antes había que mostrar el patrocinador por la televisión, pero también quieres estar en las mejores vueltas posibles. Si tú estás gastando todo el día fuerzas, a la hora de la verdad, cuando quieres resultados, es complicado lograrlos. Hay que saber dosificar y visualizar qué carreras pueden servir para ganar y cuales para hacerse ver en la fuga e intentar que desde allí lleguen resultados.

– ¿Cuando se da cuenta que quiere ser director?

– El final de 2013 fue duro, pero empecé a valorar la visión que tenía en carrera y transportarla a ciclistas más jóvenes.

– ¿También de que los karts le han servido para conducir ahora mientras da órdenes y esquiva coches, motos, ciclistas y aficionados?

Sí. Mira, el skate me dio mucho equilibrio y reacción y así casi no tuve caídas. Y en el coche es verdad que andamos muy, muy al límite. Tienes que tener muchos reflejos, se va rápido, muy pegados y da vértigo. Hay que tener habilidad. Alguna vez, en alguna comida o cena de cuadrilla acabamos en algún karting. Cuando voy en carrera estás tan centrado y tienes todos los sentidos tan activos que no eres consciente. Estás muy, muy, muy activo y haces cosas que no sabes cómo puedes estar conduciendo A la vez que estás pendiente de atrás, que estás pendiente de la carrera, estás pendiente de todo. Luego un día te vas de paseo con la familia y dices, joder, ¿cómo sería yo capaz de hacer todo esto? Si ahora mismo no soy ni capaz de coger el móvil para contestar una llamada.

– ¿Volverse a unir con Isasi, Azanza y Urtasun ayuda o esa nostalgia puede ser un arma de doble filo para la afición?

– Sin duda que ayuda. Mi perfil de ciclista es similar a los suyos. Urtasun e Isasi algo más rapidillos, pero siempre corredores de equipo que nos ha costado mostrarnos. Entonces nos entendemos muy bien.