Reflexiones y aventuras de dos titanes de la bicicleta

El usurbildarra apuntó que «mi padre era cicloturista y quería ser como él. Tuve una hepatitis y mi ama, para que me quedara en la cama, me dijo que me iba a regalar una bicicleta». Sus ídolos son «Induráin y Marino Lejarreta», y que a una cena se llevaría «a Cancellara, al que le he visto comer diez hamburguesas seguidas». Zubeldia guarda un precioso recuerdo «de la crono que gané en la víspera de terminar la Euskal Bizikleta en Arrate. Lo peor fueron los episodios de arritmia que me pararon en seco sin saber si volvería a montar en bicicleta. Tuve la suerte de volver a correr».

Segundo en las dos últimas Titan Desert, el guipuzcoano dijo que «cuando dejé la carretera tenía proyectos como la Titan. En el camino me encontré con Julen (Zubero). Tuve la suerte de concretar el final con el equipo. Es un duelo que tienes hecho, no porque no te hayan renovado o por una lesión».

Zubero señaló que lo de competir en pruebas de bicicleta de montaña «surgió a través de Roberto Heras y desde entonces he hecho 15 Titan Desert. Hay mucha gente que repite igual que yo, pero no lee tan bien el terreno. Las series Titan son tres (Marruecos, Arabia y Almería). La más antigua y especial es la de Marruecos, en la que la organización te da oportunidad para ir por donde quieras, el recorrido lo marcas tú con controles de paso. Se hace duro por los días, por el calor y por cómo se descansa. La organización te obliga a llevar 3 litros de agua».

Dormir al raso

Zubeldia remarcó que «en los inicios Julen llevaba la libreta». Su compañero de aventuras sonrió y rememoró esos recorridos que «estaban flechados e igual te aparecía un niño con la baliza en la mano y había que sacar el librillo. Era más inseguro, pero más aventura». El guipuzcoano le interpeló: «Ahora saca su ordenador. Pocas veces se equivoca.... Cuando entras en las dunas no sabes por dónde ir y vas aprendiendo. He hecho cuatro Titan y mejoras», apuntó Zubeldia. El de Lemoa destacó que la jornada de las dunas es la «más estresante». También hablaron de cómo se las ingenian para dormir. «Es divertido, yo siempre llevo colchoneta y Julen me dice a ver si va a estar pinchada», bromeó Zubeldia, que describió cómo Zubero se busca «un par de matojos para pasar la noche de la mejor manera».