Pogacar y Evenepoel se cruzan en el asalto a la cima de Merckx

En la salida, se posará a su lado otro extraterrestre. Evenepoel persigue este año en el Giro, que empieza en dos semanas, y desciende del Teide para tratar de seguir el asalto a la cima de Merckx. «Corre para sí mismo», le criticó el mito tras el Mundial de 2021. Al año siguiente, el prodigio belga ganó la Vuelta, el Mundial, la Clásica de San Sebastián y la Lieja. Llega con fuerza de la concentración en altura canaria. El viernes, entrenando, batió el récord de la Redoute.Empleó 4 minutos y 14 segundos en completar los casi dos kilómetros al 9% que se corona a 34 kilómetros de la meta.

Allí fue donde Evenepoel labró su victoria el año pasado. Se fue en solitario hasta la meta en el falso llano que en la edición de este domingo, la 109ª, ha sido sustituido por un estrecho descenso y un ascenso a la capilla de Cornemont. A priori, favorece a Pogacar. Al belga no le gusta bajar que estuvo a un milímetro de quedarse paralítico tras caerse por un puente en Lombardía. Desde entonces tiene una deuda con Italia. Pero endiosado, soberbio como su forma de correr, no rehuye el cuerpo a cuerpo ante el mejor ciclista del mundo. Solo han coincidido en 16 días de competición y los dos últimos, ganó Evenepoel (San Sebastián y Mundial) con Pogacar desgastado por el Tour. Algún día lucharán también por ganar en París.

El resto, son de los que acabarán satisfechos si terminan en el podio. Tiene muchas opciones Landa. En su mejor momento de forma desde 2018, con la experiencia de ya tener un cajón en un Monumento (Lombardía 2022) y de conocer una clásica en la que fue séptimo en 2019. Unos días antes levantó los brazos en la Semana Coppi y Bartali. Su última victoria de etapa. «Ahora hay cuatro vueltómanos superiores al resto», se resignó en la Itzulia. En Lieja solo hay dos. Los restantes, los del Jumbo, Vingegaard y Rogliç, son de tiro fijo y ya solo quieren sudar en el Tour y en el Giro. Tampoco está Van Aert, al que le duelen las rodillas y las costillas de perseguir a Pogacar y a Van der Poel, otro gran ausente, en las clásicas del pavés.

El ganador acabará los 258 kilómetros de subidas y bajadas sobre las 17:00 horas y está previsto que llueva desde la hora de comer. El agua le añade épica, imprevisibilidad, aumenta las opciones de Landa y de varios más. Ahí está Ion Izaguirre, que se crió en el barro, Pidcock, los Trek Ciccone y Skeljmose, el tridente del Movistar, Mas, Aranburu y Guerreiro; Vlasov y Hindley, vigente ganador del Giro, los Education First, que este año caminan mucho todos (Powless, Chaves, Honoré, Healy); Woods, que rejuvenece en la tercera semana de abril, Benoot, Lutsenko, Bardet, Gaudu (como en el Tour, ningún francés gana la Lieja desde Hinault)...

Alaphilippe ayudará a Evenepoel en su cruzada con Pogacar. El esloveno, con Hirschi a su lado, busca su 13º victoria en 19 días de competición y su quinto monumento. Merckx ganó siete antes de los 25 años. Pogacar ya no puede batirle (los cumple en septiembre), pero puede acompañar a Davide Rebellin, recientemente fallecido atropellado por un camión y Philippe Gilbert, retirado el año pasado, como los únicos en ganar el tríptico de las Ardenas el mismo año.