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Pogacar vence por cuarta vez en Lombardía. AFP
Por qué Pogacar, rey de Lombardía, está 'enamorado' del País Vasco

Por qué Pogacar, rey de Lombardía, está 'enamorado' del País Vasco

Al esloveno siempre le gusta correr en las pruebas que se disputan en Euskadi. Este sábado ha vuelto a dar una exhibición en Italia para ganar su segundo monumento del año y firmar la mejor temporada de la historia del ciclismo moderno

Sábado, 12 de octubre 2024

A Tadej Pogacar le gusta mucho Euskadi. Lo cuenta su director en UAE, Joxean Fernández 'Matxin', quien explicó que el esloveno siempre le pide correr en Euskadi. «Cuando hacemos el calendario de la temporada, Pogacar me dice '¿no puedo hacer País Vasco?'», cuenta en el documental 'Marea laranja', en el que se trata el tema de la afición vasca por el equipo Euskaltel.

Los ciclistas que intervienen en el documental alaban a los seguidores vascos. A muchos les encanta ese ambiente. Como a Pogacar, que esta campaña no ha corrido en Euskadi. En 2023 lo hizo en el Tour de Francia, con tres etapas en territorio vasco y un año antes estuvo la Clásica de San Sebastián. De hecho, el esloveno no participa en la Itzulia desde 2021, donde fue tercero tras Roglic y Vingegaard.

Lo cierto es que hay ganas de volver a ver Tadej Pogacar en Euskadi. El campeón esloveno ha maravillado al mundo con un 2024 solo a la altura del gran Eddy Merckx. Tour, Giro, Mundial y los monumentos Lieja y Lombardía son los triunfos más destacados de los 25 logrados este curso. El último, este sábado, en el monumento de las hojas muertas que se disputa en tierras italianas y donde le ha endosado más de tres minutos a Evenepoel en meta. Con el de hoy, ya suma cuatro Lombardías -todos consecutivos- y se coloca a uno de Fausto Coppi.

Pogacar atacó a casi 50 kilómetros de meta, en la parte más dura del Colma Di Somano, y volvió a soltar a todos. Nadie le pudo seguir y eso que esta vez, a diferencia de lo ocurrido en el Mundial de Zurich, Evenepoel le intentó responder. Al belga se le pegó Enric Mas, que aguantó a su rueda durante el resto de la subida del penúltimo puerto.

Pero el último monumento del año estaba finiquitado. El esloveno ampliaba diferencias. Un minuto, uno y medio, dos... lo que se ha vivido esta tarde parecía de película. Evenepoel asistía impotente a otra exhibición del que sin duda es el mejor ciclista del mundo y del siglo XXI. Coronaba Tadej la subida a San Fermo della Battaglia y la diferencia con Evenepoel -campeón olímpico en ruta y crono- se disparaba por encima de los tres minutos. El esloveno cruzaba la meta, celebraba su cuarto Lombardia y se bajó de la bici para alzarla al cielo. Igual que hizo Evenepoel en París.

Pocos retos le quedan ya a Pogacar por cumplir, aunque uno de los que más desea, tal y como desvela Matxin en el documental 'Marea laranja', es correr la gran carrera vasca y por qué no, ganarla. La Itzulia podría ser un interesante reto de cara a 2025 para un ciclista que este año no ha tenido rival alguno. Ni Vingegaard en el Tour, ni Van der Poel o Evenepoel en las grandes clásicas de la temporada le han tosido.

Corra o no en Euskadi, Pogacar sigue haciendo historia. Su participación en cada carrera asegura el espectáculo. Como en el pasado Mundial, donde se escapó a falta de 100 kilómetros de la meta. No hay quien pueda con él. Esta temporada se ha impuesto en el Giro de Italia, el Tour de Francia y otras muchas pruebas.

Tras la Grande Boucle, los aficionados al ciclismo estaban ansiosos por poder ver a Pogacar en la Vuelta. Un reto mayúsculo para cualquier deportista. ¿Un triplete? 'Matxin' explicó el porqué de su no presencia en la ronda española. «Es un corredor al que tenemos que conservar para el futuro. No sería inteligente correr tres grandes vueltas en tan poco tiempo», apuntó.

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