Tadej Pogacar ha estrenado a lo grande el maillot de campeón del mundo al imponerse en el Giro dell'Emilia este sábado con otra de sus habituales exhibiciones. El corredor esloveno ha atacado en la primera subida al santuario de San Luca, a falta de 38 kilómetros de la meta. El único que ha intentado salir a su rueda ha sido Matteo Jorgenson, que ha claudicado a las primeras de cambio.
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En apenas 10 kilómetros desde su ataque, ya sacaba un minuto a sus adversarios, que solo pensaban en el segundo puesto. No había nada que hacer para darle caza. Con una carretera totalmente mojada, Pogacar ejecutaba el descenso a la perfección. Sin arriesgar y sacando más diferencia al grupo.
Pogacar ha lucido este sábado por primera vez en competición el maillot arcoíris logrado hace una semana en el Mundial disputado en Zúrich. Allí dio otra exhibición. Lanzó un brutal ataque a falta de 100 kilómetros de la meta. Cogió a la escapada y después se fue hacia delante sin que Evenepoel o Van der Poel pudieran hacer nada.
El esloveno logra así este sábado el triunfo en una prueba que se le resistía, ya que había sido dos veces segundo en San Luca. Con la victoria de este sábado, alcanza ya las 24 está temporada. Una barbaridad. Y todas con grandes exhibiciones.
Con este golpe encima de la mesa, Pogacar entierra de un plumazo la famosa maldición del maillot arcoíris, esa que dice que quien porta la prenda no logra brillar. Con el esloveno no hay nada que valga.
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