Son los claros favoritos, los únicos favoritos, y lo asumen con esa mezcla de arrogancia y calma que adorna a los campeones. Se saben tan superiores, que nadie se ofende cuando lo dicen: «El título estará entre nosotros dos», coincidieron Mathieu van der Poel ( ... Alpecin) y Wout van Aert (Jumbo) tras inspeccionar el recorrido del Mundial, que se disputa mañana en Ostende. Coinciden en otra cosa: «Decidira la playa».
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Todo el universo ciclista mira a este trozo de costa flamenca del mar del Norte. El atractivo de dos figuras colosales en pos de su cuarto maillot arcoíris - suman tres cada uno- hace de imán. Van der Poel y Van Aert están escribiendo una página dorada en la historia del ciclo-cross y eso no pasa desapercibido para los buenos aficionados, amantes o no de la modalidad invernal.
Mientras varios participantes avanzaban con la bici en la mano sobre la arena, Van Aert apareció como una exhalación para cruzar toda la playa sin bajarse de la bici a toda velocidad. Tuvo tiempo, incluso, de meterse un poco en el agua. Sin embargo, el favorito es Van der Poel, que también inspeccionó el circuito. El vigente campeón del mundo explicó que «es un gran recorrido». «El paso por el puente y por la playa serán muy difíciles. La parte del hipódromo de Wellington es un poco más técnica. Hay muchas curvas allí pero no haremos ninguna diferencia. La diferencia estará más bien en la playa».
El holandés opina que «es un tramo para grandes motores». «También porque es difícil hacer huellas en esta arena. Ambos podemos hacer lo nuestro en este circuito. En el trazado técnico, tengo ventaja. El puente y la playa serán mejores para Van Aert. Pero la playa es traicionera, es posible ganar rápidamente 20 segundos, pero también puedes perderlos en el siguiente tramo. Es importante mantener la calma. Me ha sorprendido gratamente porque no estará embarrado y también me gusta correr por la arena».
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Van Aert, que ya ganó el campeonato belga en esta misma ubicación, explica que «se ha cambiado el recorrido, por eso era importante ese reconocimiento. No hay que dejar nada al azar». Coincide con su rival en que «el viento soplará, pero los pasos por la arena seguirán siendo los mismos. Sé que el diseño del Mundial se ajusta a mis características y tengo confianza. Este Mundial me viene como anillo al dedo aunque tengo que decir que no soy el gran favorito. Es Mathieu, quien ha ganado más carreras que yo. La presión está sobre sus hombros, pero sé que tengo muchas posibilidades de conseguir el maillot arcoíris aquí. En las últimas semanas he demostrado que yo era el único belga que podría ir por el oro».
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