La montaña preferida de Pantani recupera la mejor versión de Landa

El escenario de su regreso fue el mejor: el Monte Carpegna, la meta de los Apeninos donde se decidió la Tirreno-Adriático y donde antes dejaron su huella Julio Jiménez, Merckx y Fuente. Y alguien más. Dicen allí que esa montaña es el cielo de Marco Pantani, uno de los campeones en los que se inspira Landa. «Il Carpegna me basta», se lee en las paredes de ese viejo y duro puerto. La frase es de Pantani, que no iba ni a los Dolomitas ni a los Alpes para prepararse. Prefería el Monte Carpegna. Salía desde su casa en Cesenático sin agua ni comida. Paraba en las cuatro fuentes que conocía y compraba sandía en alguna frutería. Con ese combustible recorría 220 kilómetros de ida y vuelta al Monte Carpegna, su cima, su cielo. Y el decorado que vio a Landa retar a Pogacar el pasado sábado entre cunetas de nieve. No pudo con él, nadie puede, pero le sirvió para quedarse con Vingegaard y acabar tercero la carrera. Para volver.

«Antes de ir a la Tirreno tenía dudas. No me veía para estar en el podio», declaró en 'Biciescapa'. La exigencia de la carrera jugó a su favor. «Soy un fondista». Estuvo a la altura de Vingegaard, Enric Mas y Porte, se atrevió a atacar y sólo sucumbió ante el «imbatible» Pogacar. A Landa, que tiene 32 años, le ha pillado la era del esloveno, del ciclista a quien Eddy Merckx ha designado como su heredero. A todos les ha atropellado el nuevo campeón.

En el Monte Carpegna, Landa hizo la selección. Eligió a los cinco mejores. Y luego, a menos de tres kilómetros de la cima, Pogacar les dejó sin respuesta. «Es muy superior», asume el alavés. Landa ha competido contra Contador, Nibali, Froome, Roglic... «Pogacar es el mejor que he visto en los últimos años», compara. «No se le ve ningún punto débil». Ni así se rinde, fiel a su carácter: «Habrá que tratar de aislarle, dejarle sin equipo», propone. Indómito. Tiene al Bahrain de su lado, un bloque que cuenta con Haig, Poels, Mader, Caruso y Pello Bilbao. Todos contra la estatua que está levantando Pogacar.

Ese futuro enfrentamiento en el que Landa y el resto del pelotón intentarán batir al joven esloveno llegará en julio, en el Tour. Antes, al alavés le espera su reencuentro en mayo con el Giro, la carrera donde se le partió el cuerpo hace diez meses. En la ronda italiana no estará Pogacar; los rivales serán Carapaz, Simon Yates, 'Supermán' López... Landa subió a ese podio en 2015, cuando acabó tercero. Y fue cuarto en 2019. Quiere recuperar un lugar en el cajón de la 'corsa rosa' con el impulso anímico que le ha dado la Tirreno-Adriático tras un 2021 lleno de mala suerte.

Le esperan el Giro y luego el Tour. En el camino hacia ese doble reto hará una concentración en altitud, no correrá la Itzulia y participará en el Tour de los Alpes, donde afinará las cuerdas de su musculatura para cerrar definitivamente la herida que le abrió aquella mala caída en las calles de Cattolica. El Monte Carpegna, el cielo de Pantani, le ha devuelto a la carretera.