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Un mes después de su último día de competición hasta el momento, Mikel Landa vuelve a disputar una carrera. Lo hará el lunes con motivo del arranque de la Volta a Cataluña. Será el estreno para el de Murguia del maillot del Soudal-Quick Step ... en suelo español. Sus dos primeras carreras con su nuevo equipo fueron el pasado febrero en Portugal, primero con motivo de la Clásica Figueira y después con la Volta al Algarve, acompañando a Remco Evenepoel. Esta vez, el escalador zuyano será el jefe de filas del equipo belga. «A ver cómo llego porque después de un mes sin correr, nunca se sabe», admite Landa a EL CORREO.
Ese parón competitivo lo ha aprovechado para entrenar durante dos semanas en Tenerife, disfrutando de las buenas carreteras y alejado de las jornadas de frío y agua que se han vivido en Álava. Regresó el lunes a casa y mañana viajará hasta tierras gerundenses, donde el lunes comenzará la ronda catalana, en este caso en Sant Feliu de Guíxols. «Cataluña siempre es una carrera dura. Si encima tenemos algún día con mala climatología, como algún año ha tocado, la cosa se puede complicar aún más», cuenta el ciclista alavés.
Ya la pasada campaña fue quinto en la Volta a Cataluña, aunque cierto es que acumulaba diecisiete días de competición tras haber corrido la Volta a Valencia, Andalucía y Tirreno Adriático. En cualquier caso, Landa ha demostrado en más de una ocasión que no le hace falta competir muchos días para mostrar su punto de forma. En esta prueba además hay bastante montaña, algo que le va francamente bien para sus cualidades y no hay que descartarle para al menos la disputa por los puestos cercanos al podio.
Sin duda la sexta etapa es la reina, pero no hay que desdeñar en absoluto lo que pueda pasar en la segunda y tercera jornadas, con finales en ascenso y que a buen seguro dictarán qué ciclistas son candidatos a pelear por la victoria final. Anunciado en un principio Pogacar, el esloveno será en tal caso el hombre a seguir.
En cualquier caso, la disputa de la Volta a Cataluña será un buen test para Mikel Landa de cara a su siguiente reto, la Itzulia. Habrá entonces una semana de margen entre una cita y otra y el ritmo que adquirirá en las carreteras catalanas le servirá seguro para afrontar la carrera de casa con todas las garantías. Ya fue segundo en la general en la pasada edición. Luego llegarán para profesional de Murguia las dos primeras clásicas belgas de la temporada, en este caso la Amstel Gold Race el 14 de abril y tres días después, la Flecha Wallone, donde sin ir más lejos también se subió al podio la pasada campaña al ser tercero bajo la pancarta de meta.
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