Euskaltel recupera la camiseta de la marea naranja, bandera del ciclismo vasco

J. Gómez Peña

Miércoles, 1 de julio 2020, 11:53 | Actualizado 22:59h.

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El Euskaltel-Euskadi es mucho más que un equipo. Por eso tiene doble vestuario: un maillot para competir y una camiseta para compartir sentimiento e identidad con su afición. Esa prenda naranja destinada a los seguidores fue presentada ayer en la sede de la compañía de telecomunicaciones, en Zamudio. «La marea naranja de aficionados que llenaron las cunetas del Tour es una de las cosas de las que más orgullosos nos sentimos», destacó Xabier Iturbe, presidente de Euskaltel. «Crea un vínculo con Euskadi». Es la bandera del ciclismo vasco, que quedó enterrada en 2013 cuando el primer Euskaltel desapareció.

En esta nueva etapa, la camiseta difundirá el carácter poético del euskera con el sonido musical de ocho palabras: bihotz (corazón), sorgina (bruja), musu-truk (gratis), ortzadar (arcoíris), bizilagun (vecino), maiteminduta (enamorado), ilargi (luna) y galtzerdi (media). «En las camisetas van traducidas al castellano y el inglés para abrir el euskera al mundo», explicó Iturbe. Habrá 50.000 prendas a disposición de los clientes de Euskaltel (mareanaranja.euskaltel.eus) a través de un sorteo que se celebrará el 14 de julio.

Antes del acto de presentación, Jesús Ezkurdia, mánager de la Fundación Euskadi, y Mikel Landa, presidente de la entidad, hablaron por teléfono sobre este renacimiento de la marea naranja. «Nos hemos emocionado. Es que Mikel se imagina ya este año subiendo los Pirineos en el Tour rodeado de camisetas naranjas. Para nosotros es un sueño», comentó Ezkurdia mientras Landa continúa en los Alpes su preparación de la ronda gala con el equipo Bahrain.

«Crecí soñando con ser Mayo o Zubeldia atacando a Armstrong en el Tour. Iba con cuatro amigos a ver la carrera con camisetas naranjas e ikurriñas», contó Mikel Landa en la presentación del equipo Euskadi en 2018. Siempre ha querido recuperar aquella marea naranja de aficionados vascos que coloreaba el Tour. «Me gustaría contagiaros esta ilusión», lanzó aquel día al público del Azkuna Zentroa. En el pasado mes de febrero, la Fundación Euskadi anunció la mejor noticia. Euskaltel volvía a su maillot. Ya estaban todas la piezas del equipo que fue.

El mecanismo sentimental del ciclismo vasco tiene ese color. El naranja persiste. Deletrear Euskaltel-Euskadi frente a las paredes de los Pirineos rescata aquellas escenas del Tour repletas de aficionados vascos uniformados de naranja que acunaban con voces y ánimos a sus ciclistas y también a los rivales. «¡Aúpa!». Ese sonido entró en la jerga del Tour en 2001, pero se extinguió en 2013 cuando el equipo se apagó. Aun así, en el aire quedó el eco. La memoria. En 2003, Mayo y Zubeldia, dos dorsales naranjas, le discutieron el Tour a Armstrong y Ullrich. Al otro lado de la televisión, un niño de 13 años les veía desde Murgia. Era Mikel Landa, que soñaba con aquel maillot. Lo vistió varias temporadas y ahora preside la Fundación. La tracción del ciclismo profesional es el dinero. Pero hay algo más. Queda hueco para el sentimiento.

En 2017, Landa salió al rescate de la Fundación Euskadi, un proyecto que había nacido como un milagro en 1992 al paso del Tour por Lourdes. Allí, José Alberto Pradera, entonces diputado general del Bizkaia, soñó el alto: «Miguel, ¿sería posible un equipo profesional vasco?». Miguel Madariaga y Juan Carlos Urrutxurtu lo construyeron. Aquel mes de julio se plantó la semilla en la falda de los Pirineos.

Y en 2001 el color naranja comenzó a teñir las cunetas del Tour. La marea de aficionados vascos festejó los triunfos de etapa de Laiseka, Mayo, Astarloza, Samuel Sánchez... Cuando Landa recogió la Fundación Euskadi se fijó como misión retornar a ese punto de partida. En el camino de vuelta, siempre al lado de Orbea y Etxeondo, se ha reencontrado con la firma que le puso el color naranja, Euskaltel. De nuevo unidos como eslabones de la misma cadena. Desde 2013, al Tour le falta una palabra, aquel 'Aúpa' que siempre acompañaba a los hinchas vascos, y le falta un color, el naranja del Euskaltel. Queda trecho por recorrer para retornar a la ronda gala. Pero la afición vuelve a tener traje para ese viaje.

Mientras continúa ese largo regreso a París, el equipo vasco tiene calendario para esta temporada reducida por la pandemia. Los corredores de Jorge Azanza comenzarán a competir el 18 de julio en el GP Torres Vedras, en Portugal. Luego acudirán a la Vuelta a Burgos, el Circuito de Getxo, la clásica del Mont Ventoux y varias carreras de nivel en Italia y Francia antes de terminar la campaña el 12 de octubre en la Klasika de Ordizia, buen escenario para pasear el nuevo uniforme naranja.