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Mikel Uriarte
Sábado, 19 de agosto 2023, 00:40
Oier Lazkano sigue con el punto de forma intacto. Ni tan siquiera la caída sufrida hace tres semanas en Ordizia que le impidió tomar parte en el Mundial de Glasgow le ha restado un ápice de ambición y fortaleza. Ayer sumó un nuevo triunfo a ... su notable temporada con la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos. En el alto de Acebal-Vizcarra, el vitoriano de 23 años batió con su poderío habitual a Santiago Buitrago, tras resolver con éxito la fuga de nueve corredores que se materializó cuando sólo se habían completado 24 de los 157 kilómetros que tenía la jornada.
Se trataba de una escapada de calidad, con ciclistas como Jay Vine, Gianluca Bambrilla o el propio Buitrago. Gente experta y curtida en batallas y éxitos. Pero ni eso arrugó a Lazkano. El pelotón por detrás dejó hacer, ya que ninguno importaba en la general, y eso permitió a los nueve corredores jugarse la etapa entre ellos. En el tramo final, Jumbo-Visma bajó un tanto la desventaja, pero controló la situación sin sobresalto alguno en favor de Roglic.
La escapada llegó a Pradoluengo con más de un minuto de renta. Margen suficiente para jugarse entre ellos el triunfo. Primero lo intentó Bambrilla, luego García Pierna, incluso el Euskaltel Bou trató de sorprender sabedor de sus escasas opciones en los metros finales. Pero ahí estaba agazapado Lazkano, esperando el momento para jugar su carta ganadora. Ni tan siquiera tuvo que lanzar un demarraje. Sólo con acelerar el ritmo y elevar un poco sus prestaciones logró despegarse unos metros, algo fundamental en una llegada con varias curvas donde la posición era fundamental.
Tan sólo Buitrago logró seguirle. El colombiando trató de superarle en la última curva entrando por dentro, pero el alavés, por fuera, se alzó sobre su bicicleta para impulsarse un poco y bajar un piñón. Más fuerza si cabe para afrontar las últimas pedaladas con total autoridad, levantar sus brazos al cielo de Pradoluengo y de paso recuperar la sonrisa. Un gesto que se había ido en la Clásica de Ordizia con ese golpetazo que le privó de ganar cuando marchaba con Juan Ayuso.
Con el de ayer son cuatro los éxitos cosechados por parte del integrante del Movistar en lo que va de temporada: vencedor de una etapa y la general de la Boucles de la Mayenne, campéon de España en línea en Madrid y una etapa en Burgos. Buena forma de preparar su presencia la semana que viene en la Vuelta a España. Rodador y con un poderío descomunal, Lazkano resolvió con maestría la escapada en una muestra más de su progresión como ciclista pese a su juventud. Humilde y a la vez depredador como ningún otro, está completando sin duda su mejor campaña como profesional. Y su calidad parece no tener límite.
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