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Ahora que Euskadi ha recuperado su lugar en la Vuelta a España y mientras espera impaciente a que el Tour de 2023 arranque desde Bilbao con tres etapas vascas, llega el turno para la gran cita ciclista anual que, salvo por la pandemia, nunca falla, ... la Itzulia, que acaba de celebrar en Hondarribia la presentación del recorrido de la edición de 2022. Irá del 4 al 9 de abril y partirá con una contrarreloj de 7,5 kilómetros y un tramo de pavés en Hondarribia. En una etapa así y en el mismo escenario se decidió la Vuelta al País Vasco de 2003, en aquel descenso suicida de Iban Mayo sobre el piso mojado y sin casco que le valió el triunfo sobre Tyler Hamilton. La Itzulia 2022 tendrán cinco etapas más: Leitza-Viana, Llodio-Amurrio, Vitoria-Zamudio, Zamudio-Mallabia y Eibar-Arrate, donde se conocerá al sucesor en el palmarés de Primoz Roglic, vencedor hace un año.
El esloveno, su compañero de equipo Jonas Vingeaard y su compatriota Tadej Pogacar compusieron un podio final repleto de quilates. Pogacar ganó luego su segundo Tour; Vingegaard acabó segundo en París, y Roglic, que abandonó por caída la ronda gala, venció después en la Vuelta a España. Aún quedan casi dos meses para la Itzulia, pero los organizadores confían en reeditar el duelo entre los dos eslovenos. Hace un año, Roglic fue mejor en la espectacular 'crono' inicial de Bilbao. Pogacar, que es casi imbatible en vueltas por etapas, se fue de Euskadi, una tierra que le encanta, con una de sus escasas derrotas. Tiene una deuda que saldar.
Y tendrá terreno de sobra. «La Itzulia es un Tour en pequeño», define Roberto Laiseka, director técnico de la carrera. La 'crono' inicial enseñará los mejores rincones de Hondarribia y subirá el muro del Castillo. «En 20 segundos estarán todos los favoritoss», pronostica. Es un buen día también para Ion Izagirre y Pello Bilbao. Y para que Mikel Landa ceda lo menos posible.
La Itzulia volverá a Navarra con una segunda etapa entre Leitza y Viana, donde en 2010 Alejandro Valverde batió al sprint a Óscar Freire. Dos campeones del mundo. El cántabro se retiró dos años después, en 2012. Valverde, que ya ha cumplido 41 años, colgará la bicicleta al final de esta temporada. Es su despedida de la ronda vasca, una carrera que figura en su tremendo palmarés desde 2017. «Confiamos en que venga Alejandro para darle nuestro adiós», desea Laiseka.
La tercera jornada irá de Llodio a Amurrio por un trazado ideal para las emboscadas y difícil de controlar. Con subidas a Opellora, Oceka, Garate... y paso por Murgia, la cuna de Mikel Landa, segundo en esta ronda en 2018. «Es terreno difícil de controlar». La cuarta etapa, entre Vitoria y Zamudio subirá por Jata y Urruztimendi y tendrá su punto caliente en la subida al Vivero, escenario ya habitual de la Vuelta a España y parte de la jornada inicial del Tour 2023. Pero lo hará por una vertiente desconocida para el ciclismo. «El inicio es el polígono de Torre Larragoiti. Tiene casi tres kilómetros con rampas del 14 y el 15%. Luego se baja hasta Erletxe para ir a la meta en el Parque Tecnológico», explica.
El quinto capítulo, con banderazo en Zamudio, se trasladará a Mallabia, sede de la empresa de bicicleta Orbea. La Itzulia quiere rendir así homenaje a un fabricante histórico y a una factoría que, con los hermanos Orbea al frente y su taller en Eibar, supo adaptarse a los tiempos y utilizar los cañones de las escopetas para construir los tubos que forman los cuadros de la bicicletas. El perfil incluye los puertos de Morga, Paresi, Bedarona, Gontzagarai, Trabakua y Karabieta, ante de llegar la calle Kalbario, en Mallabia, donde la meta espera en un muro del 18% de desnivel. Otro final nuevo y que se disputará sobre el espacio que ahora ocupa una acera.
La resolución de la carrera quedará reservada para la jornada final entre Eibar y Arrate. Perfil de dientes de sierra. Concentración de subidas, incluida Krabelin, que trepa casi hasta Arrate por el polígono de Azitain y sobre rampas del 22% (tiene un kilómetro al 13% y otro al 12), y la cuesta final por la carretera tradicional hasta el Santuario eibarrés. Casi cuatro mil metros de desnivel en apenas 135 kilómetros. En 2021, Roglic y Pogacar protagonizaron ahí un gran duelo. Se acerca otro. Y parece que con público sin mascarillas. Eso sí, los corredores seguirán metidos en la burbuja anticovid. Mejor prevenir para que el virus no estropee un espectáculo digno del Tour.
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