Primó la colocación

Aranburu se exprimió en la bajada y lo pagó a la hora de encontrar la mejor colocación. Schelling, el ganador, neerlandés, demostró que conoce las calles de Leitza o que había estudiado al detalle los planos. Salir primero de la rotonda era fundamental. Arriesgó en las curvas previas en una llegada que entrañaba peligro, si bien nunca sabes dónde te espera el accidente. Aranburu se cayó, pero en la subida. Sin consecuencias aparentes, si bien esos golpes acostumbran a dejar pequeñas huellas.

La jornada deja detalles positivos. Aranburu hizo lo que debía y donde debía. Sorprendió el ataque lejano de Mikel Landa en Saldias. Al principio me preguntaba cuál era el objetivo y repasé el libro de ruta en busca del sprint intermedio que repartía bonificaciones. El de Murgia está bien y entró en el grupo principal a pesar del esfuerzo suplementario.

Basakabi me trae el recuerdo de la victoria en el Campeonato de España de montaña y el descenso hacia Ezkurra, una anécdota que le costará creer a más de uno. En la Vuelta al País Vasco de 1979, en las filas del Teka, llevaba un cuadro Alan en la bici. Los racores que unían los tubos estaban pegados con cola en lugar de soldadura. En el descenso se me desprendió el racor del tubo diagonal con las manetas del cambio, cuyos cables lo sujetaron gracias a que iban por debajo del eje de pedalier. Hicieron el efecto de amortiguador. A veces la cadena me saltaba de piñón. Descolgados, carecíamos de asistencia, por lo que bajé así hasta Igantzi, donde tuve la suerte de encontrarme la carrera neutralizada por una equivocación en el recorrido. Por fin pude cambiar de bici y llegar a Hondarribia, donde ganó Miguel Mari Lasa.

Existe una gran expectación para la llegada de hoy en Hika. Espero espectáculo, no grandes diferencias entre los favoritos, obligados a prestar atención a las bonificaciones.